La fortuna de Leonardo Del Vecchio, el segundo hombre más rico de Italia que ha muerto a los 87 años, estimada en 25.500 millones de dólares, se dividirá entre sus herederos: su segunda esposa, Nicoletta Zampillo, y seis hijos de tres relaciones diferentes, con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años. Los siete se convertirán probablemente en multimillonarios, heredando el holding Delfin, con sede en Luxemburgo, y sus miles de millones de dólares en activos.
El magnate de las gafas vivía en Mónaco y poseía su enorme fortuna –incluida la propiedad de Sunglass Hut, Ray-Ban y Oakley– a través del holding luxemburgués Delfin. Tras una reorganización de la estructura de la empresa en 2014, el multimillonario se quedó con una participación directa del 25% y el 75% restante se repartió entre sus seis hijos: Claudio (65 años), Marisa (63) y Paola (61), nacidos de su primer matrimonio con Luciana Nervo, de la que se divorció en los años 90; Leonardo Maria (27), fruto de su matrimonio con Zampillo, con la que se casó en 1997, se divorció en el año 2000 y se volvió a casar en 2010; y Luca (21) y Clemente (18), de su relación con Sabina Grossi, exmiembro del consejo de administración de Luxottica y exdirectora de relaciones con los inversores de la empresa.
Gran parte del patrimonio neto de Del Vecchio –22.200 millones de dólares– está ligada a su participación del 32% en EssilorLuxottica, que cotiza en bolsa y es la mayor empresa de gafas del mundo, producto de la fusión entre Luxottica, de Del Vecchio, y el gigante francés de lentes graduadas Essilor en 2018.
Los siguientes activos más valiosos son una participación de casi el 10% en la aseguradora italiana Generali, con un valor de unos 2.600 millones de dólares; algo menos del 20% del banco italiano Mediobanca; el 27% de la firma francesa de inversión inmobiliaria Covivio y alrededor del 2% del banco italiano Unicredit.
Asimismo, Del Vecchio también era propietario del yate Moneikos, de 26 millones de dólares y 203 pies de eslora, así como de otros activos por valor de casi 80 millones de dólares, entre los que se incluyen propiedades inmobiliarias en Mónaco, Francia y Luxemburgo, un avión Gulfstream G650, un puerto deportivo en el noreste de Italia y una participación del 13% en la compañía aérea nacional luxemburguesa Luxair. Forbes también estima que Del Vecchio y Delfin tenían una deuda de unos 3.100 millones de dólares.
La reorganización de Delfin en 2014 estipuló que la participación del 25% de Del Vecchio pasaría a su esposa Zampillo después de su muerte. Los estatutos de Delfín establecen que cualquier decisión financiera deberá ser acordada por el 88% de los accionistas, lo que requiere la unanimidad de los herederos de Del Vecchio. Forbes estima que la participación del 25% que heredará Zampillo tiene un valor de unos 6.400 millones de dólares (antes de impuestos), mientras que las participaciones de los seis hijos tienen un valor aproximado de 3.200 millones de dólares (antes de impuestos).
Claudio, el emprendedor
El más conocido de los hijos de Del Vecchio es su hijo mayor, Claudio, que fue enviado a Estados Unidos por su padre en 1982 –a los 25 años– (por aquel entonces no entendía el inglés) y dirigió la rama estadounidense de Luxottica quince años.
En ese tiempo ayudó a orquestar una oferta pública, adquirió LensCrafters por 1.400 millones de dólares en 1995 (2.700 millones en dólares de hoy) y multiplicó por 26 sus ventas en Norteamérica hasta alcanzar los 2.000 millones de dólares, como informó FORBES en 2001.
Sin embargo, el codirector general de Luxottica se sentía frustrado, ya que su éxito era a menudo ignorado por su padre y los inversores. Así que cuando su padre se quejó de un distribuidor estadounidense que había conseguido como parte del acuerdo con LensCrafters, Claudio aprovechó la oportunidad de dirigir su propio negocio.
En 1998, el mayor de los Del Vecchio cambió una parte de sus acciones de Luxottica, que no llegaba a los 50 millones de dólares, por el minorista Casual Corner, que estaba en dificultades. Tras una década de pérdidas, Claudio dio un giro a la situación: Casual Corner ganó 40 millones de dólares con unos ingresos de 808 millones en el año fiscal que terminó el 31 de enero de 2001. «Fue un reto demostrar que podía dirigir un negocio por su cuenta», dijo su padre en aquel momento.
Claudio compró la emblemática firma de moda masculina Brooks Brothers en 2001 por una cifra que, según los informes, ascendió a 225 millones de dólares (372 millones de dólares en dólares de hoy). Vendió Casual Corner cuatro años después para centrarse en la marca de ropa, que dirigió hasta julio de 2020, cuando se declaró en quiebra. Poco después, una empresa respaldada por la compañía de licencias Authentic Brands y el propietario del centro comercial Simon Property compró Brooks Brothers en bancarrota por 325 millones de dólares.
En mayo de 2021, el fabricante de ropa TAL Apparel, un inversor minoritario en Brooks Brothers, demandó a la familia Del Vecchio, acusando a Claudio y a su hijo Matteo (que había sido ejecutivo de Brooks Brothers) de llevarla a la quiebra en lugar de venderla para evitar tener que pagar a TAL millones de dólares en ingresos esperados de una venta. Una persona cercana a la familia Del Vecchio dijo entonces a Reuters que creían que las acusaciones eran falsas y esperaban que el tribunal desestimara el caso.
Por su parte, TAL desestimó voluntariamente el caso en agosto por falta de jurisdicción y al mes siguiente presentó una nueva demanda en el Tribunal Supremo de Nueva York, que aún está en curso.
Matteo, que ahora es vicepresidente senior de EssilorLuxottica North America, pagó 5,5 millones de dólares en enero de 2021 por una vivienda de tres dormitorios en el edificio Woolworth de Manhattan.
El segundo hijo de Leonardo, Leonardo Maria, también está involucrado en el negocio familiar como responsable de la venta al por menor en Italia de Luxottica.
Los otros hijos -Paola, Marisa, Clemente y Luca- tienen un perfil mucho más bajo y no se sabe que estén involucrados en ninguna de las empresas de Del Vecchio.
Es probable que el patrimonio de Del Vecchio pase a sus herederos prácticamente libre de impuestos. Luxemburgo, donde Delfin tiene su sede, no grava las herencias si el fallecido no era residente en el país, mientras que Mónaco, donde residía hasta su muerte, no grava las herencias de los bienes transmitidos a los cónyuges o a los descendientes directos. Cinco de los seis hijos de Del Vecchio viven en Italia, mientras que Claudio vive en una finca de nueve habitaciones con bodega, piscina y un spa para perros en Muttontown, Long Island, que está a la venta desde principios de 2021, inicialmente por 12,5 millones de dólares y ahora por once millones. Los abogados de Claudio Del Vecchio declinaron hacer comentarios.
