La industria del cannabis recreativo está en auge y se está convirtiendo en un gran impulsor del turismo: en Estados Unidos se espera que el sector alcance un valor de 90.000 millones de dólares en 2026 y, según una investigación realizada en 2020, casi el 20% de todos los estadounidenses adultos se consideran viajeros motivados por el cannabis, lo que significa que buscan activamente y se interesan por las actividades relacionadas con el cannabis durante sus vacaciones.
Además, las marcas de estilo de vida están apareciendo cada vez más en el mercado para estos entusiastas viajeros, muchas de ellas dirigidas por mujeres, que están impulsando el mercado hacia un territorio más orgánico, amigable con el consumidor y de bienestar. Como informó Condé Nast, «las mujeres de todo el país están dando forma de manera creativa a espacios seguros para que tanto los curiosos del cannabis como los experimentados disfruten de la planta«.
Entonces imagínate que te alojas en casa de una pareja de Detroit que ha creado un oasis con poca luz en su patio trasero llamado The Copper House, donde los turistas aventureros de otros estados pueden experimentar y reservar a través de la página web Bud and Breakfast. O dirígete al restaurante de Portland (Oregón), donde la chef Liv Vasquez (conocida por el programa de Netflix Cooked with Cannabis) sirve a los comensales platos con infusión de cannabis.
«Si las mujeres toman el 80% de las decisiones de gasto en los hogares estadounidenses, compramos la cerveza, la comida y la ropa, vamos a comprar la hierba», dice la fundadora de LEUNE, una marca de estilo de vida con cannabis, Nidhi Lucky Handa, según informa CN Traveler.
Así que, a medida que el cannabis se legaliza cada vez más –ahora en 18 estados de EE UU y cada vez más en todo el mundo–, vale la pena recordar qué está bien y qué no está bien en tus viajes y cómo ser inteligente mientras participas en el turismo del cannabis:
- En Estados Unidos, los 18 estados tienen normas muy diferentes sobre cómo consumir este producto: en la mayoría de ellos, los productos de cannabis tienen que consumirse en residencias privadas, excepto en la ciudad de Nueva York, que permite su uso en cualquier lugar donde se permita fumar cigarrillos.
- No cruces las fronteras en posesión de productos de cannabis. Lo que puede ser legal en un estado puede no serlo a su llegada y los viajeros podrían caer en la trampa de las leyes locales. Como el cannabis no es legal a nivel federal, también es ilegal llevarlo en un avión, ya que los aviones vuelan bajo jurisdicción federal. La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) de EE UU es responsable del bienestar de los viajeros y está «centrada en la seguridad» con el objetivo de «detectar posibles amenazas para la aviación y los pasajeros». Sin embargo, si encuentran una sustancia, la denunciarán.
- Siempre es mejor investigar y pecar de precavido: existen guías para ayudar a los viajeros, nunca se debe conducir bajo los efectos de estas sustancias y se puede pedir consejo a los Budtenders, las personas que venden a los clientes.
Y ten mucho cuidado cuando viajes al extranjero para asegurarte de que estás al día de las opiniones y normas culturales locales. Aunque es legal fumar marihuana en los Países Bajos, por ejemplo –el gobierno holandés está inmerso en un proyecto para financiar la autorización legal del cultivo comercial de cannabis en el país–, se está pidiendo que se prohíba para los turistas.