En la nochevieja de 2020 nos animó un duro año bailando al ritmo de Do you love me (The Contours). Aquella hazaña ya parecía sacada de una película de ciencia ficción. Ahora, tan solo ocho meses después, ha conseguido algo casi imposible para cualquier ser humano. Hablamos de Atlas, el robot humanoide de Boston Dynamics, y su nuevo vídeo de Youtube en el que hace parkour (ese deporte que consiste en saltar por tejados, trepar paredes y hacer volteretas imposibles).
Aún le queda por aprender. Al menos eso dice su creador, Scott Kuindersma, quien señala que no tiene del todo dominada la voltereta mortal hacia atrás: «No habíamos probado esa voltereta antes de hoy, así que ha sido un verdadero experimento. Si te fijas en el vídeo muy atentamente, verás que se ve un poco extraño. Pero vamos a trabajar como lo hemos hecho en ocasiones anteriores, así que tenemos confianza en que acabará saliendo bien».
Por divertido que sea ver a Atlas probar cosas nuevas, surge una pregunta inevitable: ¿para qué necesita este robot aprender parkour?
Según la compañía, su trabajo busca crear comportamientos en los límites de las capacidades de un robot para que en un futuro, no tan lejano, estos puedan resolver problemas y ayudar con aquello que el hombre físicamente no pueda hacer. Pero no tienen prisa, no buscan resolver de una todos los problemas de la robótica. Y por eso el juego con actividades como el parkour o el baile de final de año.
El objetivo está claro, conseguir una variedad de movimientos dinámicos y encadenarlos en rutinas que estos autómatas puedan ejecutar para investigar problemas que marquen la diferencia en un futuro cada vez más robotizado. «Me resulta difícil imaginar un mundo dentro de 20 años en el que no haya robots móviles capaces que trabajen junto a los humanos para enriquecer nuestras vidas. Pero todavía estamos en los primeros días de la creación de ese futuro», añadía Kuindersma.
Aunque en esta ocasión lo veamos solo, Atlas no es el único de los robots de la marca. Recordemos que en el vídeo de nochevieja lo podemos ver meneando las caderas con Spot, un modelo que emula los movimientos de un perro.
El Spot, que cuesta 74.500 dólares cada uno (63.307 euros), ya está en funcionamiento en diversas empresas de construcción, plantas de energía, minas, universidades como un compañero más de los equipos, y pronto podría empezar a trabajar con la NASA.
Ingenieros e investigadores de la NASA y el Laboratorio de Propulsión a Chorro Caltech se han interesado por el modelo para poder utilizarlo como parte de una futura misión que pueda ingresar en las cuevas marcianas.
Detrás de Boston Dynamics
Fundada en 1992 por el ingeniero Marc Raibert, exprofesor del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), Boston Dynamics ha pasado en sus últimos años por las manos de tres grandes compañías: el brazo de investigación de Google —en 2013—, la empresa japonesa Soft Bank —en junio de 2017— y el fabricante automovilístico surcoreano de Hyundai —a quien fue vendida por 921 millones de dólares el pasado junio—.
Euisun Chung, el hombre al mando de Hyundai Motor Group, anunció que en un futuro próximo reduciría su dependencia de los coches, limitando su presencia a un 50% y repartiendo la otra mitad entre movilidad aérea (30%) y robótica (20%), y como se ve ya lo que ha empezado a implantar.
La compañía, que saltó a la fama con sus alocados robots realizando acrobacias en YouTube, prepara novedades que verán la luz a finales de este año.