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Este es el rascacielos más bello del mundo en 2016


No solo es el segundo edificio más alto del mundo – tan solo le supera en altura la torre Burj al Khalifa de Dubái – y el primero de China: también es el más bello. Así lo ha decidido la el jurado de la edición de este año de los premios Skycraper Awards, organizados por la compañía especializada en datos inmobiliarios Emporis.

La Shangái Tower fue construida en 2015 en el centro de la ciudad a la que da nombre, convirtiéndose en una de las siluetas más características del skyline de la zona de Pudong, donde está ubicada. Lleva el sello del arquitecto chino Jun Xia y del estudio Gensler de San Francisco, y se caracteriza por su original estructura en espiral. La decisión de decantarse por estas formas retorcidas no fue fruto del azar y tampoco una mera cuestión estética; en realidad, este diseño permite reducir en un 24% el efecto del viento – algo esencial teniendo en cuenta la elevadísima altura a la que se encuentran los pisos superiores -, y además, encamina el agua de la lluvia a unos depósitos que permiten reutilizarla para los sistemas de calefacción y de aire acondicionado. Por todo ello, no es de extrañar que el jurado de los Skycraper Awards justificase su decisión en “su excelencia arquitectónica, tanto a nivel de diseño como de funcionalidad”.

Para ser elegible en estos premios es requisito imprescindible que el edificio en cuestión mida al menos 100 metros de alto; exigencia que los 623 metros repartidos en 128 pisos de la Shangái Tower supera con creces. Su construcción, que se demoró más de seis años, costó un total de 2.400 millones de dólares, y suma una superficie total de 420.000 metros cuadrados.

Sin embargo, el de rascacielos más bello y segundo más alto del planeta no son los únicos récords que atesora la Shangái Tower que, además, cuenta con los ascensores más rápidos del mundo. Sus 106 elevadores son capaces de viajar a 20 metros por segundo – o, lo que es lo mismo, 72 kilómetros por hora -, y llevan la firma de Mitsubishi. Aloja también al restaurante más alto del mundo y a una piscina a 393 metros de altura.