Hace un par de semanas Salesforce, uno de los nombres que con más fuerza sonaban para hacerse con Twitter, echaba por tierra toda esperanza de compra al declarar formalmente que finalmente no adquirirían la red social. Su CEO, Mark Benioff, alegó que el servicio de microblogging “no encaja correctamente” con la compañía que dirige. Otras empresas que en un principio se postularon como posibles compradores, como Google, Disney o Verizon, también han perdido el interés que hace unas semanas les llevó a la mesa de negociaciones.
¿Por qué todo el mundo ha tachado a Twitter de su lista de la compra? Según apuntas diversas informaciones, las razones van más allá de sus malos resultados, estancamiento del número de usuarios e imposibilidad de generar ingresos. Muchos dedos acusadores señalan precisamente a los ‘trolls’ como culpables de que todos los posibles compradores hayan dado la espalda a Twitter.
Pero, ¿qué es un ‘troll’? Esta expresión hace referencia a los mensajes de odio, abusos e inultos que germinan por doquier en la red social, y cuya dirección no ha sabido controlar. Los usuarios de la red social, desde el envalentonamiento que proporciona el anonimato – e incluso sin él -, han encontrado en Twitter un lugar donde prodigar sus opiniones de peor gusto sin encontrar ningún tipo de filtro.
“Somos muy malos tratando con el abuso y los ‘trolls’ en la plataforma, y lo hemos sido durante años”, reconoció el exCEO de la compañía, Dick Costolo, en una comunicación interna en 2015. “No es ningún secreto, y el resto del mundo habla de ello cada día; perdemos al usuario”.
No resulta difícil darse cuenta de que este tipo de reputación y los problemas empresariales e incluso legales que puede acarrear no encajna con una compañía del perfil de Disney, enfocada a un contenido eminentemente infantil. Tampoco Salesforce ni Google se atreven a cargar con ese peso. Ni siquiera como contraprestación por la ingente cantidad de datos que obtendrían de su alrededor de 330 millones de usuarios en caso de adquirir la red social.