Manuel Balsera es uno de los grandes referentes y expertos en la televisión de pago en nuestro país, un sector en el que lleva vinculado más de 20 años.
Actualmente es el director general de AMC Networks International para el sur de Europa y gestiona la dirección de 25 canales de televisión para todo tipo de públicos en géneros que van desde el cine y las series, a documentales, contenido lifestyle o contenido infantil. Entre sus marcas están algunos de los canales más reconocidos del mercado español como Canal Hollywood, AMC, Sundance TV, Canal Cocina o Historia, entre otras. Balsera se sienta con Forbes para hablar sobre el futuro del sector audiovisual y su visión del negocio.
Dicen que como directivo tienes una mirada «muy particular». ¿Qué significa eso?
Cuánto más asciendes en la escala jerárquica de las organizaciones, más conservador te vuelves, pero no desde una perspectiva política. Sin embargo, uno de mis principios es el permanente estado de innovación, la creación constante y el desarrollo innovador y creativo. Mi impulso ha sido siempre el mismo: crear y desarrollar. Son máximas que afectan a equipos y áreas concretas, sin importar si se trata del departamento de finanzas o de recursos humanos: en sus obligaciones está crear constantemente. Cuando me describen como atípico es porque normalmente a los directivos más senior no les caracteriza el concepto de disrupción, pero para mí es un estado permanente.
Nuevas plataformas de streaming, fusiones, cambios de precios… ¿2021 y 2022 van a ser los años de la reorganización en el sector audiovisual?
Este año está viendo nacer e implantarse muchas más iniciativas a nivel global. Las lecciones que se aprendan en esta etapa van a tener mayor impacto en 2022 porque hay grandes grupos mediáticos experimentando con nuevos formatos, modelos de negocio y sistemas de distribución.
El año que viene será cuando veamos más movimientos corporativos en el sector, desde adquisiciones y fusiones hasta la desaparición de algunos actores. Este año va a servir para ver si se alcanza el máximo nivel de consumo de ficción y, por tanto, de crecimiento de las plataformas de pago en cualquiera de sus formas, y empezaremos a analizar si queremos complementar nuestro contenido con otra tipología que por nuestra afinidad pueda ser más relevante.
Hoy el espectador se enfrenta a una enorme sobreabundancia de contenido audiovisual. ¿Cómo lo planteáis desde AMC?
Llevamos tiempo tomando medidas para buscar respuesta a esa sobreabundancia. Analizando el sector, vimos que tener 30.000 o 40.000 títulos en la plataforma de streaming daba igual, porque se aplicaba el principio de Google: si no sales en la primera página no existes en los buscadores. Por eso desarrollamos una herramienta que se llama SVOD Tracker para monitorizar cómo se publican los contenidos y adecuar nuestra oferta a cómo se exhibe por parte de los operadores de telecomunicaciones y las plataformas de streaming.
Además, desde AMC Networks pusimos en marcha el canal Selekt en dos operadores, Vodafone y Orange. Este canal es el primero en España que se sirve de la inteligencia artificial para que los usuarios puedan ver de manera rápida y sencilla toda la oferta de contenidos, sin que estos se desdibujen o se pierdan.
¿Qué parte representa en vuestro negocio la producción propia?
Estamos realizando entre 200 y 300 horas de producción propia todos los años. Ahora se habla de producción propia sólo en referencia a la ficción, pero la nuestra está más encaminada al género de lifestyle: cocina, decoración, belleza… Producimos entre 10 y 15 formatos nuevos anualmente. Después, a nivel internacional, nos dedicamos más a la ficción con todas las franquicias que conocemos: The Walking Dead, Breaking Bad…. Esas series que nos han convertido en una de las factorías más reconocidas.
Sobre audiencias audiovisuales, ¿reflejan las mediciones actuales las verdaderas cifras?
No. Y en esto soy muy claro. Además, lo digo no solo como directivo, sino como experto en el segmento, como profesor, conferenciante e incluso consultor, casi desde una perspectiva academicista. El sector audiovisual es uno de los que mayor revolución ha experimentado en los últimos años. Todavía tenemos un gran volumen de información respecto a lo que el público consume que, o bien está establecido en un sistema que se creó en el siglo XX -y estamos en el XXI-, o bien se basa en lo que dicen unas plataformas que la audiencia está viendo, sin contrastar esos datos.
Este sector es uno de los más críticos desde el punto de vista publicitario, político y social porque abarca una de las principales actividades que realiza el ser humano más allá de dormir y trabajar, eso está claro. Pero el nivel de medición de la audiometría es francamente deficiente porque tenemos muy poca información y la que hay mide muy mal los niveles de penetración de la televisión. Incluso hay gente que cuestiona si una plataforma streaming es televisión o no.
¿Cuál es la solución?
Es necesario realizar una profunda revisión del sistema de medición de audiencias audiovisuales. Debemos encontrar un método que permita medir el consumo audiovisual sin influencia política, administrativa o económica, o será como navegar con una brújula de mil años y no con un GPS que nos daría datos mucho más precisos.
¿Queda hueco para más oferta en el sector audiovisual, o está saturado?
Hay mucho hueco todavía en el mercado audiovisual, pero no está en el mainstream. Nosotros creemos que con el volumen de plataformas dedicadas al cine y las series que hay ahora mismo en el mercado, o creas una propuesta de valor completamente diferente, más individualizada, más segmentada, más tematizada, o es difícil que tengas un hueco significativo. ¿Cuál es el problema? Intentar replicar modelos que ahora mismo ya tienen cientos de millones de seguidores, donde ya es muy difícil hacer algo relevante. Veo oportunidades espléndidas en los segmentos especializados. Creo que todos tenemos una o dos pasiones en la vida: a nosotros nos gustan el cine y las series, y hay a quien le gusta el vino o correr, siempre hay algo a lo que le dedicamos más tiempo que al resto de cosas. Si podemos identificar cuáles son los intereses específicos de un individuo y ver si hay más gente con ese mismo interés, podemos crear una experiencia audiovisual para ellos que ahora mismo no está organizada.
Durante el confinamiento todos vuestros canales crecieron ¿En qué tendencia os movéis ahora?
Nosotros hemos hecho una analítica muy profunda y en lugar de comparar nuestros datos con los de un 2020 tan atípico, donde las ofertas de ocio estaban extraordinariamente limitadas con el confinamiento, lo hemos hecho con el año anterior. Y estamos mucho mejor que en 2019. Lo que sí que hemos detectado es que se están produciendo nuevas tipologías de consumo. Cada vez hay un mayor fraccionamiento entre el lineal y el no lineal (video bajo demanda), pero sigue siendo importantísimo el primero.
¿Cómo será el consumo audiovisual del futuro?
Creo, sinceramente, que la principal actividad del ser humano después de dormir y trabajar, sea en casa o sea desde la oficina, va a ser el consumo audiovisual. De hecho, se va a convertir en la principal fuente de entretenimiento en las próximas décadas, y en promedio, el ser humano dedicará entre tres y cuatro horas diarias a ello.
¿Qué haces cuando no estás viendo la televisión?
Me gusta mucho el deporte y viajar. Intento entrenar cada día antes de empezar la jornada. Además, soy profesor en escuelas de negocio y universidades y emprendedor, consejero de algunas empresas. Creo que todas estas otras facetas enriquecen y suman en mi labor en AMC Networks. Y en cuanto a los viajes, en estos meses se me han acumulado varios destinos. Aunque soy un asiduo a Portugal desde hace años por razones personales y profesionales, este año espero también visitar Croacia y poder regresar a Estados Unidos.