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Así fue Esquire Ball, la gran fiesta de cumpleaños de #Esquire100


100 velas que corresponden una por una a cada uno de los números que desde octubre de 2007 llevan viendo la luz en vuestros quioscos, la verdadera razón por la cuál existimos y por el mismo motivo en el que esta fiesta también es vuestra.

Porque cuando pensamos en amigos no os podemos, por desgracia, poner cara a todos y aunque ayer muchos de vosotros estuvierais invitados, sabemos que sois muchos más los que hacéis posible que esta ilusión llamada Esquire siga viva.

Así que ayer nos dispusimos a reivindicar el jueves madrileño entre saltos y buena música y no parando de brindar con el Bourbon Four Roses, un auténtico compañero de viaje, que no dejó que nuestras copas quedasen vacías. Un amigo con el que hemos vivido grandes momentos a lo largo de todo este tiempo y con quienes compartimos un leit motiv de guiar nuestros propios destinos y ser realmente auténtico. No queremos pensar en parar ni en dejar el camino a medio hacer, así que esperamos que Four Roses siga a nuestro lado en todos estos momentos.

En este camino que durante tanto tiempo nos ha llevado de los quioscos a la web, que ha salido de las maquetaciones, de la moda, del buen vivir y de intentar inculcar en España un poco la esencia Esquire también encontramos otro buen amigo al volante como Kia Iberia. Muchos kilómetros hemos recorrido juntos y mucha carretera nos queda por delante para que sigamos viendo de frente las señales que llaman para llegar al 200.

Si algo hemos aprendido durante todo este tiempo es que lo más importante de la vida no es el destino, sino el camino que se realiza a cada paso que damos. Por eso ayer no celebramos sólo una fecha, sino que celebramos por todo lo que ha pasado entre aquellas cuatro paredes que dan vida a Esquire España en la calle Doctor Fourquet.

Por allí ha pasado de todo y de todos. Entre nuestras portadas han desfilado actores, cantantes, escritores, deportistas, imágenes impactantes, periodistas e ¡incluso dibujos animados y tebeos! Por eso, al entender este carácter universal que hemos querido imprimir en Esquire desde el primer día también entendimos que anoche la música debía llegar a todos los rincones y lo hicimos a base de bien.

Desde la rabiosa juventud de Las Chillers hasta un clásico nacional como Un pingüino en mi ascensor, pasando por el punk desenfadado de Los Pantones o los toques noventeros que nos recordó Baby Horror para que el viaje esté más que completo. Ah y también hubo ese hueco para la electrónica que puso Diego Manrique al ponerse al mando de los platos. Una fiesta redonda que se nos fue, premeditadamente, de las manos y que recordó a Madrid que Esquire sigue latiendo y que seguirá dando guerra desde los quioscos y de esta web que ahora lees.

Por otros 100 números más, por una larga vida en papel y en digital y sobre todo por todos aquellos que habéis formado parte de este sueño que algunos tildaron de locura hace nueve años. De todo corazón, gracias.

Si quieres saber todo lo que pasó en la #EsquireBall de anoche entra en la web de Esquire para comprobarlo.