Eli Broad, el multimillonario estadounidense que remodeló el paisaje cultural de Los Ángeles, ha muerto a los 87 años de edad después de una larga enfermedad. El empresario y filántropo amasó una vasta fortuna en los negocios inmobiliario y asegurador, y destinó una buena parte de ella a convertir Los Ángeles en un referente cultural.
Broad fue una figura habitual en los actos culturales de su ciudad durante años, especialmente en la sala VIP de los fundadores de la ópera de LA. Pero no es ni mucho menos el único rincón de la ciudad en el que se puede sentir su huella.
Estuvo involucrado en la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles y en la adquisición de la colección de arte pop e impresionista y abstracto del Conde Giuseppe Panza di Biumo. También evitó su colapso financiero en 2008 aportando un paquete de rescate de 30 millones de dólares.
Pero su huella más profunda en la ciudad es The Broad, el museo que él mismo financió con 140 millones de dólares en inauguró en 2015. En él se exhibe su colección personsonal con más de 2.000 obras, principalmente de arte contemporáneo.
Figura controvertida, fue conocido por presionar a sus conexiones políticas y por sus disputas con los arquitectos famosos que contrató, especialmente con Frank Gehry. Profesaba, no obstante, un amor incondicional por su ciudad de acogida, tras llegar del medio oeste.