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La ventaja de aprender de “los mejores”

Foto: Francisco Alcaide por Laura Hidalgo

Entre cita y cita de Jim Rohn, Francisco Alcaide repite en varias ocasiones la misma frase: “tu desarrollo personal es tu destino”. Este experto en motivación y liderazgo construye a través de su libro “Aprendiendo de los mejores” (Alienta) un espejo en el que reflejarse para sacar el máximo partido a nuestro potencial. En ese reflejo uno reconoce la autoexigencia de Amancio Ortega o el idealismo práctico de Ghandi. De ese modo Alcaide invita a toda persona que quiera alcanzar el éxito a tener como referente a uno de “los mejores”. “Los mejores son siempre aquellas personas que han alcanzado esos resultados que nosotros queremos conseguir”, declara el escritor.

¿Qué ha aprendido de “los mejores”?

He aprendido muchísimas cosas, o casi todo. Pero podría resumirlo en cuatro ideas en las que se sintetiza el libro. En primer lugar, saber que no existen los límites, que lo único que tenemos son limitaciones, que al mismo tiempo son limitaciones mentales. En segundo lugar, saber que no existen las personas especiales. Existe una creencia muy incrustada en la sociedad que nos hace pensar que las personas que consiguen grandes resultados tienen dones que otros no tienen. El problema nunca es nuestra incapacidad para lograr algo, sino la creencia de que no somos capaces. En tercer lugar, saber que la herramienta más poderosa que tenemos las personas, nuestro principal activo, es la capacidad de aprender. En esta vida todo se decide y todo se aprende. Y por último, saber que la mejor forma de aprender es aprendiendo de los mejores.

Para usted el éxito depende del desarrollo personal alcanzado. ¿Por dónde deberían empezar las personas que quisieran sacar el máximo partido a todo su potencial?

Tu desarrollo personal es tu destino, y tu vida es el resultado de tu desarrollo personal. Si tu vida no es como te gustaría que fuera, hay algo que no sabes o que no estás haciendo bien. Por ejemplo, si quieres ser un gran emprendedor, has montado tres empresas y las has tenido que cerrar, hay algo que no sabes o no estás haciendo bien. Por ello es fundamental ponerse debajo del microscopio. No hay nada peor para el crecimiento personal que tenerle miedo a la verdad.

Para ello recomienda leer biografías inspiradoras y aprender, como ya ha comentado, de la experiencia de aquellos que han alcanzado el éxito. ¿Qué lugar ocupa entonces la propia experiencia en el proceso de aprendizaje?

Los libros son una parte. El aprendizaje se encuentra en tres sitios. En primer lugar, en los libros. Jim Rohn siempre decía: “los hombres de éxito tienen grandes bibliotecas; el resto, grandes televisores”. En segundo lugar, habría que destacar la práctica. Los libros te permiten saber qué hay que hacer, pero saber qué hay que hacer no implica hacerlo bien. En tercer lugar, se encuentra el feedback o la reflexión. Ken Blanchard dice: “el feedback es el desayuno de los campeones”. A la hora de hacer feedback es bueno hacer dos preguntas a gente con credibilidad: qué nota me darías de 0 a 10 y qué hubieses hecho para que me hubiese llevado el 10. Y la mejor manera de tener un buen feedback es contar con mentores.

-“Los españoles nos hemos hecho adictos a la queja”. Es una frase de Luis Rojas Marcos, ex jefe del sistema de sanidad público de Nueva York, y también una de las nuevas incorporaciones de su libro. ¿Cree usted lo mismo?

Sí. Es una tendencia natural del ser humano. Si me obligasen a resumir el éxito de una persona en una palabra, esa sería autorresponsabilidad, es decir, centrarse en lo que voy a hacer y no en lo que va a pasar. Las cuatro grandes enemigas de la autorresponsabilidad son la “excusitis”, la “victimitis”, la “quejiquitis” y la “culpabilitis”, porque alivian el estrés del fracaso pero no lo solucionan.

-Según comenta, parece ser que la culpa la tiene nuestro entorno. Dice usted que “somos adictos a nuestras creencias”.

Nuestras creencias son el producto de nuestro entorno, pero nunca le puedes echar la culpa a este porque tienes la libertad para cambiarte de entorno. Al mismo tiempo lo que tú piensas determina lo que tú sientes, lo que tú sientes lo que haces, y lo que haces lo que consigues. Ahora, ¿qué determina que una persona piense una cosa u otra? Sus creencias. Y tus creencias son ideas que están incrustadas en el inconsciente y que se han depositado ahí en los primeros seis años de nuestra vida.

-Siendo el aprendizaje el mayor activo de la persona, como ha resaltado antes, ¿cómo podemos desaprender esas creencias?

Si te cambias de entorno, inmediatamente comienzas a absorber inputs de manera natural y empiezas a moldearte a ese entorno. Las creencias no son innatas, sino adquiridas. De la misma manera que las hemos aprendido, las podemos desaprender.

Foto: Francisco Alcaide por Laura Hidalgo

-Como ha destacado al principio de la entrevista, usted no cree en los límites. Es algo que tiene en común con el espíritu deportivo, un tema muy tratado a lo largo de su trayectoria profesional. ¿Qué pueden aprender los potenciales líderes del deporte?

El deporte es una metáfora de la vida, ya que el deportista que quiere llegar lejos tiene que ser extremadamente disciplinado. Un deportista refleja los hábitos que te llevan a conseguir aquello que quieres lograr: la claridad de metas, el pasar a la acción, la disciplina, el foco, la paciencia, la autorresponsabilidad, la determinación, el control mental, los entornos adecuados y una actitud de mejora continua.

-Otra de sus enseñanzas se resume en un concepto creado por usted: el Fast Good Management o la capacidad para impactar en el menor tiempo posible. ¿De dónde surge esta idea?

Ferran Adrià dice que el fast food está relacionado con la comida basura, pero que también puede ser algo bueno. El hecho de que comas algo que se ha hecho de forma rápida no significa que tenga que ser malo. Hablo del Fast Good Management porque hoy en día el mercado lo que pide es capacidad de síntesis. Hay que ser capaz de decir mucho en poco tiempo.

-Entre las novedades de esta nueva edición de “Aprendiendo de los mejores” destaca la inclusión de cinco nuevos referentes españoles. ¿Qué criterio ha seguido para su selección siendo el éxito tan subjetivo?

Esto es un libro, y un libro también tiene un aspecto comercial. Todos los personajes que se encuentran en él, sean nacionales o no, tenían que ser personajes muy conocidos a nivel mundial.

-En el caso español, la media de edad de los personajes es de casi 69 años. ¿No hay talento joven en nuestro país que debamos tener como referente?

Sí hay talento joven, lo que pasa es que hay que pensar que el éxito no puede ser algo efímero. El hecho de que un defensa meta un gol con el culo no le convierte en un buen delantero. Los resultados deben estar avalados por la consistencia, los valores y la capacidad de que eso sea sostenible a lo largo del tiempo.

-Entonces cree que el éxito solo se puede medir a largo plazo…

El éxito es la combinación de resultados y valores, entonces creo que es bueno ver la trayectoria dilatada de una persona para considerar incluirla en un libro.

Foto: Francisco Alcaide por Laura Hidalgo

-¿Se ha fijado en algún talento joven que pudiera incluirse en el libro en un futuro?

No, en principio no me he fijado en ninguno. Lo mismo usted me puede ayudar.

-En la lista Forbes de jóvenes influyentes menores de 30 años aparecen algunos nombres españoles.

Al final buscas que los personajes sean conocidos. Una cosa es que ganen mucho dinero, y otra cosa es que el público los identifique.

-También llama la atención la ausencia de personajes femeninos en el caso español y la escasez de los mismos en el total del libro.

Es una de las cosas que me mencionan. En el libro completo hay tres mujeres. Si la pregunta es si hay mujeres que deberían ser incluidas en este libro, por supuesto que muchísimas; pero el impacto social que ha tenido la trayectoria de muchas de esas mujeres no se ha producido y ese legado todavía no es internacionalmente conocido.

-Quizás porque precisamente no se les ha dado la visibilidad necesaria…

Claro. El tema de la visibilidad es importante, pero al final un libro tiene un componente comercial.

-¿Se podría valorar como una propuesta para la siguiente edición?

Está previsto que se haga un “Aprendiendo de las mejores”. Es una idea que está encima de la mesa y que probablemente se acabe materializando.

-¿Y un libro de “Aprendiendo de los mejores” en el que haya más mujeres?

Va a salir otro libro de “Aprendiendo de los mejores”. Está firmado. Habrá más mujeres y las pondremos en portada.

-¿Sería entonces menos comercial?

Probablemente tendría un enfoque menos comercial, pero lo que pasa es que teniendo una primera versión comercialmente buena, el libro invitará a gente que le haya gustado el primero a leerse el nuevo. Incluso podría parecer más atractivo que los anteriores, o que viendo el segundo volumen a la gente solo le interese este último.

*La entrevista se realizó en el Restaurante Ana la Santa.