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Lifestyle

Tres errores comunes que la gente productiva comete cuando está enferma


1. Consideras tu día de enfermo como un “todo o nada”.
Los días de enfermedad son para estar enfermos. Es posible que pases el día en la cama y al cabo de unas horas comiences a sentirte inquieto (y un poco estresado) pensando en lo que estará ocurriendo en el trabajo. Para aquellos que no aguantan estar más en la cama, ¿qué hacer?

Estar enfermo no es un “todo o nada”. Es posible combinar el trabajo con la enfermedad, pero hay que hacerlo de manera moderada. Dependiendo del jefe que tengas, podrá ser más fácil o más difícil ser honesto: “No estoy en condiciones para venir a la oficina, pero puedo hacer la mayor parte del trabajo desde casa”. Si tu empresa no tiene una política estricta, tómate directamente el día libre –es humano estar enfermo. Programa unas horas para estar disponible y comunícalo. Así no te encontrarás con sorpresas cada vez que abras el ojo.

2. Intentas como sea no pasar un día entero en casa.
Piensa en todas esas veces que te has despertado deseando quedarte en casa. Es cierto que si estás acostumbrado a pasar la mayor parte del día fuera de casa, sea más difícil permanecer aislado durante mucho tiempo, pero es necesario para tu salud. ¿Qué hacer para no sentirte encerrado?

Acondiciona tu sitio de trabajo de manera que te dé sensación de amplitud. Colócate frente a una ventana grande o abre las ventanas de tu casa, abrígate y sigue trabajando. Si estás mejorando y tienes la posibilidad de trabajar desde una terraza, hazlo o date una vuelta a media mañana.

3. Estás trabajando muy duro.
Los dos primeros puntos estaban relacionados con cómo mantener la productividad cuando te sientes ansioso por trabajar. Pero no hay que olvidar que cuando te coges un día por enfermedad, es que estás enfermo. Es importante no perder de vista el hecho de que si bien es totalmente comprensible que no quieras retrasarte demasiado en el trabajo, necesitas un poco de tiempo para relajarte y cuidarte. ¿Qué hacer en lugar de asistir virtualmente a reuniones desde la cama?

Hazte una lista de todas las cosas que hay que hacer lo antes posible. Encuentra algo de tiempo para hacer esas cosas y, una vez hechas, tómate tiempo para descansar y desconectar.

No hay nada peor que ir al trabajo en medio de un fuerte resfriado. Es mejor dedicarle un día a tu salud que alargar el problema durante más días. No tengas miedo de redefinir lo que significa dejar de trabajar para sentirte mejor.