Shaquille O’Neal gastó el primer millón de dólares que ganó con su contrato de jugador en la NBA a los 30 minutos de recibir el cheque. Ni siquiera había jugado un partido de baloncesto profesional.
Puede hoy sea una leyenda viva del baloncesto, pero no demasiado tiempo era un jugador de 21 años recién reclutado por la NBA y recién salido de la Universidad Estatal de Luisiana que se gastaba el dinero como si no le costara ganarlo.
O’Neal podría haber seguido fácilmente el camino que llevaron otros de sus compañeros que, colmados de dinero y fama a una edad temprana, acabaron en bancarrota y endeudados.
Superado ese primer bache, Shaquille ha demostrado ser un hombre inteligente y un hábil gestor de su marca y su cartera. A diferencia de muchos atletas que luchan por encontrar su camino después de retirarse, hoy el exjugador gana más dinero al año que en sus años dentro de la cancha.
¿De dónde saca sus ingresos una vez colgadas las zapatillas?
Patrocinios y negocios
O’Neal gana entre 20 y 25 millones de dólares al año gracias a los acuerdos de patrocinio que tiene con empresas como Icy Hot, Gold Bond, Buick y Zales, entre otras.
Además, es copropietario de 155 restaurantes Five Guys Burgers, 17 restaurantes Auntie Annie’s Pretzels, 150 lavaderos de coches, 40 gimnasios de 24 horas, un centro comercial, un cine y varios clubes nocturnos de Las Vegas, tal y como informa el portal Celebrity Net Worth.
Inversiones
El año pasado el exjugador reveló al Wall Street Journal una conversación que le cambió la vida: “Una vez conocí a un caballero que tenía un trozo de papel. ‘Esto son 100 dólares’. Partió el papel por la mitad y dijo: ‘La gente inteligente invierte estos 50 dólares y luego les quedan otros 50, pero los ricos se llevan la mitad de esos 50 dólares… y los guardan’. Así que comencé a hacer eso”.
Desde ese momento la estrategia de O’Neal consiste en invertir el 75% de sus ingresos. Gracias a esto, su fortuna ha aumentado en más de 400 millones de dólares.
El jugador tiene participaciones en Apple y Ring, compañía que Amazon compró por 1.000 millones de dólares. No obstante su gran inversión fue cuando compró acciones de Google en los años 90, cuando no era la empresa que es hoy. Una intuición que, sin duda, le ha reportado muchos beneficios.
Pese a todo, lo más importante, como él mismo dice es que “No se trata de cuánto dinero ganes. La cuestión es si eres lo suficientemente habilidoso para mantenerlo”.
