Pero Josh Udashkin , fundador de la maleta inteligente Raden, asegura que él no formó parte de este juego. Lo consideró una mala idea. “No quería que el producto fuera impulsado por ingenieros”, explica a Business Insider. Udashkin señala que con el crowdfunding la tendencia es introducir unas cuantas características que puedan quedar bien en un video de promoción, pero que no se tiene en cuenta el diseño del producto con el que la gente se encontrará a largo plazo.
Udashkin dice que no quería que la presión diera por sentado el diseño de sus maletas, por eso no aceptó esta forma de financiación. Sin embargo, fue todo un reto conseguir el dinero por otros medios.
“Algunas personas querían ver el producto Kickstarter”, dice . Esto, a veces, es necesario en startups centradas en el hardware porque gracias al crowdfunding los fundadores pueden saber si ese producto tendrá, o no, tirada en el mercado. En su lugar , Raden tuvo que depender de un prototipo convincente y de las habilidades de venta de Udashkin. Raden terminó con una recaudación de 3,5 millones de dólares gracias a First Round Capital, Lerer Hippeau Ventures, e inversores privados. Esto fue suficiente para financiar su primera serie de maletas.
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