La revista americana Barrons no quería quedarse con la duda y, junto a Ann Gray, de Gray Real State Advisors, estima que 90 millones de dólares sería un precio justo por la residencia del presidente. La cifra aproximada es el resultado de la suma de diferentes factores, como el coste de la construcción (232.000 dólares en 1790 y cerca de 100 millones de dólares en la actualidad), los posibles ingresos de explotación de alquiler de una casa de 16 habitaciones (5 millones de dólares al año) y el precio de mercado de propietarios comparables (la propiedad de Donald Trump de 7 hectáreas en Palm Beach está valorada en 100 millones de dólares).
Algunos profesionales inmobiliarios creen que 90 millones de dólares subestima el valor real de la Casa Blanca, teniendo en cuenta otras propiedades comparables, como la de la Hugh Hefner (Mansión Playboy), la cual ha sido inicialmente valorada en 200 millones de dólares y se vende por 100 millones de dólares. La mayoría de estos profesionales están de acuerdo en que si la totalidad de la infraestructura, como los artefactos históricos y objetos de interés estadounidenses fueran incluidos en la venta, el precio se elevaría a más de 250 millones de dólares.
Según Zillow (el sitio web que incluye estimaciones para las propiedades inmobiliarias en todo Estados Unidos) aporta un valor aproximado de 389 millones de dólares. Eso sí, recalca que de momento y sin indicios de cambio, la propiedad se encuentra “fuera del mercado”.