Toda experiencia se vive más intensamente a más de 50 metros de altura y Dinner in the Sky lo sabe bien. En este restaurante aéreo los chefs y barman sirven un delicioso menú a un máximo de 22 personas. En menos de un minuto estarás con el cinturón abrochado preparado para degustar de cuatro a cinco platos.
Este concepto de restaurante es una idea original de Bélgica, pero ya se ha expandido a más de 40 países en más de 5.000 ocasiones. Desde la Villa Borghese romana hasta las playas de Río de Janeiro. Todo empezó en 2006, cuando Hakuna Matata, una agencia de comunicación especializada en placeres gastronómicos, y The Fun Group, una empresa especializada en instalaciones de parques de atracciones, unieron sus fuerzas y crearon este restaurante aéreo. Las estrellas más brillantes de la gastronomía han formado parte de este proyecto: de Pierre Gagnaire a Paco Roncero, y ha volado sobre los lugares más mágicos del mundo, como el Strip de Las Vegas o el puerto deportivo de Dubai.
La exclusividad prima en este restaurante. El cielo es un sueño que siempre ha fascinado a los seres humanos. Hoy en día la gente quiere tener experiencias extraordinarias, por eso nació algo tan idílico como Dinner in the Sky. La seguridad es la segunda palabra de oro. Todas las plataformas están diseñadas de acuerdo con la norma alemana DIN 4112 y sus productos son construidos en Bélgica bajo el control del TÜV.
¿Extraño? Absolutamente. Pero, piensa en las posibilidades para Instagram o la cara de tus amigos cuando les digas que sufriste de vértigo mientras te tomabas una sopa de fideos. Aunque la haute cuisine está garantizada, ¿alguien se va a acordar de la comida en este restaurante? La comida tarda aproximadamente una hora y los precios parten de los 399 dólares. Quizá un precio un poco alto, pero mucho más barato que un asiento en un Virgin Galactic. La vida no son más que comparaciones.