Moon Express no es solo la primera compañía espacial privada en conseguir apoyo legal para viajar a la luna, sino que es la primera compañía en recibir la autorización para viajar más allá de la órbita de la tierra. Otras empresas con planes parecidos, como SpaceX o Planetary Resources, todavía no han alcanzado este nivel en el proceso de regulación.
“Hay que trabajar con varias agencias federales diferentes”, contó para Forbes USA el CEO y co-fundador de la startup espacial Bob Richards. Esto incluye la NASA, la FAA, el Departamento de Defensa y el Departamento del Estado. Este último organismo es nuevo en lo que a regulación espacial se refiere, pero tuvo que incluirse en el proceso porque tenían que asegurarse de que la misión de Moon Express no violaba las obligaciones que tiene Estados Unidos frente al Tratado del Espacio Exterior.
Como los elementos de esta propuesta eran nuevos para el gobierno, todo el proceso de aprobación llevó cerca de un año. Esto ha sido el inicio de una nueva forma de pensar en los viajes espaciales. “No nos propusimos ser pioneros. Sólo queríamos que nuestra misión se llevara a cabo el año que viene”, expresó Richards.
Esta compañía nació del concurso “Lunar X-Prize”, organizado por Google y dirigido a compañías privadas donde el objetivo era mostrar tecnología para llegar a la luna. Moon Express fue el ganador y se llevó a casa 20 millones de dólares.
El primer viaje de la compañía a la luna está programado para el cuarto trimestre de 2017. Se va a enviar un aterrizador robótico en la parte superior de un cohete que están comprando a Rocketlab, otra startup espacial. El coste total estimado para la primera misión lunar de Moon Express es de aproximadamente 50 millones de dólares. La compañía ha recaudado hasta ahora más de 30 millones de dólares en financiación de capital y esperan que su primera misión sea rentable. Además de los 20 millones de dólares de X-Prize, la empresa espera tener patrocinadores publicitarios que paguen por su primera misión espacial. “Esto es un gran avance para nosotros y para todo el espacio comercial”, dijo Richards. “El futuro se está empezando a parecer a lo que se suponía que iba a ser”.