La ONT surgió en 1989 como solución al caos que se vivía en los hospitales a la hora de gestionar los trasplantes, y es que era necesario un órgano que organizase las donaciones con gente experta y que facilitase el trabajo a los hospitales. Durante su fundación se vivieron momentos muy difíciles, pero el presidente afirma tras ver en lo que se ha convertido la organización que “del caos surgen los mejores proyectos”.
Matesanz apuesta por los médicos españoles y pide que la sanidad pública española se preserve cual tesoro, ya que es una de las mejores de Europa y del mundo, y que no se politice la Organización Nacional de Trasplantes, porque supondría el fin de una institución que ha hecho mucho bien en los últimos 27 años, quedando demostrado que cuando la política entra en juego, todo puede irse al garete. A sus 67 años, Rafael busca ya un sustituto para poder disfrutar de su jubilación, dejando atrás muchos años de duro trabajo, pero marchándose con la cabeza bien alta por la satisfacción que produce el colocar a España líder mundial de algo tan importante como es el trasplante de órganos.