Mercadona se atreve por fin con la internacionalización, cuatro años después de que, en 2012, ya se planteara dar este paso. En aquella ocasión, sin embargo, su presidente desestimó la idea y decidió centrar todos los esfuerzos en el mercado nacional. Las cosas parecen haber cambiado, y la cadena de supermercados ha informado a las autoridades portuguesas de su intención de abrir cuatro establecimientos en nuestro vecino peninsular.
“Portugal es una gran oportunidad para iniciar el crecimiento internacional de la compañía y un país del que podemos aprender tanto del consumidor como de un sector altamente competitivo, como el de la distribución. La posibilidad de contribuir al progreso económico y social del país y al impulso del sector agroalimentario es un reto ilusionante y una aspiración que todos los que formamos parte del Proyecto Mercadona sentimos como un compromiso”, ha expresado Juan Roig, presidente de la compañía, en una nota de prensa.
En cuanto a las razones que han determinado que sea Portugal (y no Italia, como se especulaba hace unos meses) son de carácter estratégico, tal y como ha explicado el propio Roig. “Se trata de un mercado cercano, de proximidad logística, que se encuadra dentro del crecimiento orgánico y natural de la empresa”.
Mercadona obtuvo en 2015 un beneficio de 611 millones de euros y una facturación superior a los 20.831 millones. Hace menos de un mes la cadena de distribución logró presencia en todas las provincias españolas con la apertura de una tienda en Irún.