Matthias Müller, presidente de la compañía, ha confirmado que la caída de ventas y los efectos negativos del tipo de cambio han sido decisivos en la consecución de esos resultados en un ejercicio que desde el principio se planteaba como verdaderamente exigente. El escándalo añadido a causa del software de medición de emisiones tan conocido, ha seguido pesando mucho en una situación que por otro lado, también ha visto reducir la cifra de negocio hasta los 50.964 millones de euros, un 3,4% menos (1.771 millones) que en el primer trimestre del pasado año.
Lo que sí ha mejorado en Volkswagen ha sido la ganancia operativa: incremento de un 3,4% respecto a 2015, porcentaje que se traduce en unos 3.440 millones de euros. Ese efecto positivo está vinculado a la inyección que han supuesto unos 300 millones de provisiones extraordinarias. Por marcas dentro del grupo, la que más ha sufrido ha sido precisamente Volkswagen Turismos, que está asumiendo la mayor parte del impacto del caso del diésel, así como Bentley, mientras que Audi, Skoda, Seat, Porsche y Scania han presentado resultados positivos en sus beneficios operativos.