Enseñar a los niños sobre dinero no se trata sólo de abrirles una cuenta e ir metiendo de vez en cuando dinero para que sepan que tienen ahorros, sino, de enseñarles a valorar esos ahorros, a ganarse los privilegios. Puede sonar demasiado duro para un niño, pero hay formas de hacer que los niños valoren el dinero sin convertirlos en criaturas egoístas, tacañas e interesadas. Ginger Dean, colaboradora de Forbes US, sugiere algunas ideas para llevar a cabo esta educación monetaria de tus hijos en casa, te las revelamos a continuación.
Darles tareas en casa. Los adultos trabajamos para ganar nuestro dinero y los niños deben saberlo. Hay ciertas tareas extraordinarias de la casa, como por ejemplo quitar las malas hierbas del jardín, en las que los niños pueden colaborar y obtener una compensación por ello. Establecer un pago y un calendario de tareas puede ayudarlos a valorar el dinero que ganan por las tareas realizadas, aprender con la práctica que, como dice el refrán, “quien algo quiere, algo le cuesta”.
Abrirles una cuenta para sus ahorros (o comprarles una hucha). Una vez que los niños comienzan a tener su propio dinero, bien por las tareas o por la pequeña paga que le dan los abuelos, es el momento de enseñarles la importancia de no gastarlo todo de golpe, de ahorrar. Evidentemente, los niños no tienen gastos, por lo que pueden guardar su dinero y ser conscientes de que este cada vez será mayor, de que tienen ahorros. Aprender a calcular lo que tiene y lo que pueden gastar les será útil de cara a administrarse en un futuro no muy lejano, por ejemplo, cuando sean adolescentes, tengan paga y comiencen a salir los fines de semana.
Animarles a encontrar un trabajo a tiempo parcial. Evidentemente, aquí hablamos de hijos adolescentes, a partir de 16 años. No hablamos de que tengan que buscar un trabajo de verano y dejar de disfrutar del periodo estival si sacaron buenas notas y no necesitan el dinero, pero sí de un trabajo que les permita aprender a valorar el dinero y lo difícil que es ganarlo. Por ejemplo, dar clases particulares un par de veces en semana o ayudar a un vecino a cuidar a sus hijos, pueden ser tareas que les lleven poco tiempo y les den algo de dinero para sí mismos. Ganar su propio dinero les enseñará a valorar tanto el que ganas y les proporcionas como el suyo propio.
Ayudarles a establecer metas. No hay mejor motivación para valorar el dinero y ahorrar que tener algo en que gastarlo. No tiene por qué ser necesariamente un capricho material, sino un viaje, un curso, una experiencia. Ayudar a tus hijos a encontrar sus propias metas (ojo, no imponérselas) es muy positivo para su desarrollo en relación al dinero. Si por ejemplo tus hijos quieren ir de viaje y no tiene suficiente dinero, aunque seguramente después les ayudes pagando una parte, anímales a ahorrar y déjalos que paguen. La satisfacción que les dará haberse ganado su propio sueño les animará a ahorrar más veces.
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