En 2020, la pandemia de COVID-19 nos obligó a cambiar radicalmente nuestra forma de vivir, trabajar y divertirnos. En este recién estrenado 2021, y pese a que muchos países se enfrentan ahora mismo a la tercera ola del virus, el desarrollo de vacunas implica que hay luz al final de este largo túnel. Ante esta perspectiva, muchos inversores han empezado a salir de los valores que más se beneficiaron en 2020 (ocio digital, comercio electrónico, etc.), pero esto no solo es prematuro, sino que pasa por alto los cambios permanentes en el comportamiento de las personas y en la economía que ha desencadenado o acelerado el virus.
Un giro estructural
Muchas de estas tendencias continuarán consolidándose en 2021 y en años posteriores, lo que refuerza la idea que venimos afirmando desde que estalló la crisis: que las personas y las empresas no volverán a las viejas formas de hacer las cosas y que seguirán apegados a los productos y servicios que se vieron obligados a usar por primera vez por necesidad hace casi un año.
Un ejemplo claro lo encontramos en el fuerte aumento que ha registrado la adopción del comercio electrónico: dada la recomendación generalizada de “quedarse en casa”, no sorprende que el gasto minorista en comercio electrónico se haya duplicado en los últimos 12 meses. Algunas empresas han respondido potenciando su oferta en línea, lo que subraya la naturaleza granular de las oportunidades que ofrece el universo de la conectividad, no solo entre las empresas más grandes sino también entre aquellas que están viviendo una transformación digital. También existen muchas categorías con bajas tasas de penetración e importantes diferencias regionales que podemos explotar.
Abanico de oportunidades
Algunas empresas de nuestro sector han presentado cifras increíbles en 2020, lo que podría crear niveles de comparación difíciles de aquí en adelante. El despliegue de las redes 5G continuará y, en este sentido, el reciente lanzamiento del iPhone 5G supone el pistoletazo de salida para la entrega de terminales compatibles y su adopción generalizada entre los consumidores, así como para las aplicaciones y servicios 5G. Algunas temáticas novedosas, como la virtualización de redes y la sanidad en línea, están dando apenas sus primeros pasos.
Beneficiarios de la reapertura
A medida que avance el año y las campañas de vacunación, mucha gente se encontrará con dinero en el banco que, por fin, podrá gastar en actividades que tuvo que posponer a causa de la pandemia.
Anticipamos que las reservas de vacaciones repuntarán con fuerza una vez superada la pandemia y que los viajeros preferirán hospedarse en apartamentos o casas, en vez de en hoteles, y se decantarán por destinos menos concurridos. No obstante, este aumento de los viajes personales contrastará con la reducción de los viajes de trabajo, que en muchos casos seguirán siendo sustituidos por videoconferencias. Todo esto obligará al sector turístico y al de los viajes a adaptarse al nuevo entorno. Desde la perspectiva de la conectividad del futuro, nos interesan especialmente los proveedores de servicios digitales que están explotando esta disrupción del modelo tradicional de los viajes de trabajo que ha fomentado la conectividad.
En general, los sectores relacionados con la conectividad experimentaron en 2020 un nivel de demanda que, antes de la pandemia, no estaba previsto hasta 2025. Es poco probable que en 2021 veamos una disminución de esta tendencia que, más bien, seguirá ganando fuerza ahora que se han superado muchas de las barreras o de la resistencia inicial por parte de los consumidores. Eso dibuja un panorama tremendamente favorable para los inversores a largo plazo en esta temática.
Jon Guinness – Co-gestor del FF Future Connectivity en Fidelity International
Jon Guinness es licenciado por la Universidad de Cambridge y MBA por la London School of Economics. Posee más de 15 años de experiencia como inversor profesional.
Comenzó su carrera en Bain & Company y se unió a Fidelity en 2006 como analista, cubriendo empresas de sectores como gran distribución en Reino Unido, TMT en Europa e internet, medios de comunicación y consumo discrecional en Estados Unidos. Actualmente es co-gestor del fondo Fidelity Funds Future Connectivity Fund, entre otros.