La empresa catalana de perfumería y moda Puig sufrió un descenso en sus beneficios el pasado año 2015. Exactamente fue de un 28% menos, cifra que la empresa atribuye a la incorporación de Jean Paul Gaultier a la empresa. Poniendo cara a los porcentajes, esta incorporación supuso un descenso de 126 millones de euros en beneficios para la empresa.
Sin embargo, Marc Puig, consejero delegado de la compañía, se muestra optimista y ha afirmado que pese a esos resultados de 2015 mira la evolución de la empresa “con perspectiva”. Concretamente con una perspectiva de crecimiento en los próximos años – confía en que ocurrirá en 2017-, que se traducirá en una rentabilidad más alta.
Tanta es la confianza que la compañía mantiene el objetivo de alcanzar los 2.000 millones de euros de ingresos netos en 2017, lo que supondría un crecimiento del 33% frente al 2014, su mejor año antes del bajón de 2015. Incluso pretende seguir comprando aquellas firmas que encajen con el espíritu de la compañía, como hizo con Carolina Herrera o con las casas de fragancias Penhaligon’s y L’Artisan Parfumeur, dos de las marcas más prestigiosas en la pefumería de lujo.
En definitiva, Puig se encuentra aún haciendo la digestión de su nueva adquisición, pero ya se esperan grandes resultados de cara los próximos meses.