Economía

España vuelve al top 10 de clientes de Alemania y se convierte en su mercado europeo de mayor crecimiento

El crecimiento económico español, el impulso del consumo y el peso del mercado europeo sitúan a España entre los diez principales destinos de las exportaciones alemanas por primera vez desde 2009, en contraste con la desaceleración de China y Estados Unidos.

Bandera de Alemania y de la Unión Europea.

España está a punto de recuperar una posición estratégica en el mapa comercial europeo. Las últimas previsiones de Germany Trade & Invest (GTAI) apuntan a que el país será el mercado de mayor crecimiento entre los diez principales destinos de exportación de Alemania en 2025, con un aumento estimado del 8,5%, hasta alcanzar los 58.800 millones de euros.

De confirmarse este escenario, España volvería a situarse entre los diez mayores clientes de la primera economía europea por primera vez desde la crisis financiera, un dato que va más allá de lo simbólico y refleja un cambio estructural en los flujos comerciales del continente.

Europa gana peso frente a China y Estados Unidos

El avance español se produce en un contexto de desaceleración de los grandes mercados extracomunitarios para Alemania. Las exportaciones alemanas hacia China registran una caída cercana al 10%, mientras que los envíos a Estados Unidos retroceden en torno al 7%, afectados por la debilidad de la demanda, las tensiones comerciales y la fragmentación geopolítica.

Este escenario refuerza el papel del mercado europeo como columna vertebral del comercio alemán. Actualmente, más de la mitad de las exportaciones de Alemania, alrededor del 54%, se dirigen a otros países de la Unión Europea, frente al 10% destinado a Estados Unidos y el 6% a China. En este marco, el dinamismo de economías como la española adquiere un valor estratégico.

Un diferencial de crecimiento que impulsa la demanda

El motor de este repunte es el fuerte diferencial de crecimiento económico. Según las previsiones de la OCDE, España crecerá cerca del 2,9% en 2025, frente a apenas un 0,3% estimado para Alemania. Esta brecha se traduce en mayor consumo privado, más inversión empresarial y una demanda sólida de bienes industriales, el núcleo de la oferta exportadora alemana.

Tal como señala Friedrich Henle, representante de GTAI en Madrid, las empresas alemanas se están beneficiando directamente de la buena situación económica española, con el consumo privado como uno de los principales motores, respaldado por el auge del turismo, el crecimiento de la población vía inmigración y la resistencia del mercado laboral.

Bienes de inversión y ventaja industrial alemana

Uno de los elementos clave de esta relación es el crecimiento sostenido de las importaciones españolas de bienes de inversión, desde maquinaria industrial hasta equipamiento tecnológico y bienes de equipo. Se trata de un segmento en el que Alemania mantiene una clara ventaja competitiva, tanto por calidad como por especialización.

Para Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, la composición de las exportaciones alemanas encaja de forma natural con las necesidades actuales de la economía española. Además, subraya que un crecimiento moderado de las exportaciones dentro de la Unión Europea puede compensar caídas más acusadas en mercados como Estados Unidos o China, aunque advierte de un límite estructural: la debilidad de la demanda interna europea dificulta alcanzar tasas de crecimiento elevadas de forma sostenida.

Un comercio bilateral cerca de los 100.000 millones de euros

El resultado de estas dinámicas es un comercio bilateral que se aproxima ya a los 100.000 millones de euros, consolidando a España como uno de los socios económicos más relevantes de Alemania dentro del bloque comunitario. Más allá de las cifras coyunturales, el movimiento apunta a una tendencia de fondo: el sur de Europa actúa como amortiguador del ciclo económico alemán en un momento de transición global.

En un entorno marcado por la reindustrialización europea, la transición energética y la reconfiguración de las cadenas de suministro, España se perfila como un mercado estable, dinámico y cada vez más estratégico para la industria alemana, reforzando su peso en la arquitectura económica del continente.

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