El Museo Nacional del Prado da un nuevo paso en su estrategia de difusión cultural y generación de valor a través de Tienda Prado con el lanzamiento de una colección cápsula de joyería inspirada en el Tesoro del Delfín, uno de los conjuntos más singulares de sus colecciones. La iniciativa coincide con la reimpresión de la guía El Tesoro del Delfín, publicación de referencia para comprender el origen, la simbología y la riqueza material de este legado histórico.
La colección, creada por el maestro joyero colombiano Omar Hurtado, está compuesta por 17 piezas y estará disponible a partir del 22 de octubre tanto en TIENDA PRADO como en su canal digital. Se trata de una propuesta que traslada el lenguaje del museo al terreno del diseño contemporáneo, conectando patrimonio, artesanía y consumo cultural de alto valor añadido.
El Tesoro del Delfín es un conjunto excepcional de obras suntuarias formado por vasos, copas y contenedores elaborados entre los siglos XVI y XVII en talleres europeos, muchos de ellos concebidos como auténticos ejercicios intelectuales. Más allá de la riqueza de sus materiales, piedras duras, metales preciosos y gemas, estas piezas destacan por su carga simbólica, su complejidad técnica y su capacidad para transmitir ideas religiosas, políticas o filosóficas. El conjunto llegó a España como herencia de Felipe V, hijo del Gran Delfín de Francia, y constituye un caso único dentro del patrimonio artístico nacional.
Ese mismo espíritu intelectual y simbólico es el que Omar Hurtado ha trasladado a la joyería. Lejos de reproducir las piezas originales, el joyero ha trabajado a partir de detalles, formas y motivos que dialogan con la tradición orfebre precolombina, uno de los ejes centrales de su trayectoria profesional. El resultado es una colección contemporánea que respeta el pasado sin renunciar a un lenguaje propio.

Las joyas están realizadas artesanalmente mediante la técnica de la cera perdida, utilizando plata ecológica de ley 925 bañada en oro de 24 quilates y esmaltes de colores elaborados a partir de pigmentos de origen vegetal. Este enfoque refuerza el compromiso compartido entre el Museo del Prado y TIENDA PRADO con la sostenibilidad, la producción responsable y la excelencia técnica.

La colección se articula en cuatro líneas —Sirena, Caracol, Águila y Delfín—, cada una inspirada en piezas concretas del Tesoro. Desde la simbología mítica de la sirena de doble cola hasta la fuerza imperial del águila o la iconografía heráldica de los estuches originales, cada conjunto propone una lectura actual de elementos históricos que, en su origen, ya estaban cargados de significado.

Para TIENDA PRADO, esta colaboración refuerza su papel como plataforma de extensión cultural del Museo. Más allá de la comercialización de productos, su objetivo es transformar el conocimiento y la investigación en objetos contemporáneos que permitan al público establecer una relación directa y tangible con el patrimonio artístico. Todas las ventas contribuyen, además, a la financiación del Museo y a la conservación de sus colecciones.
Omar Hurtado aporta a esta alianza una trayectoria consolidada de más de tres décadas en la recuperación y actualización de la joyería precolombina. Reconocido por instituciones museísticas internacionales y colaborador habitual de museos de primer nivel, su trabajo se sitúa en la intersección entre cultura, historia y diseño, un territorio cada vez más relevante en el mercado del lujo responsable.
La reimpresión de la guía El Tesoro del Delfín, editada en español e inglés, completa esta propuesta cultural y comercial. Concebida como una herramienta divulgativa de alta calidad, la publicación permite contextualizar las piezas originales y profundizar en su significado, reforzando el valor intelectual que sustenta tanto la colección histórica como su reinterpretación contemporánea.
Con esta iniciativa, el Museo del Prado demuestra que el patrimonio no solo se conserva y se estudia, sino que también puede generar nuevas narrativas, experiencias y modelos sostenibles de relación con el público, donde cultura y negocio no solo conviven, sino que se refuerzan mutuamente.
