Tras más de cuarenta años de abandono y proyectos fallidos, las antiguas galerías Wagner comienzan una nueva etapa. La oficina privada de inversión Santomera Bay ha completado la adquisición del histórico edificio situado en las inmediaciones del Turó Park de Barcelona, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, marcando el inicio de su recuperación definitiva.
La firma barcelonesa ha cerrado la compra del 30% restante del inmueble, culminando un largo proceso iniciado en 2017, durante el cual negoció con cerca de un centenar de propietarios. En conjunto, la inversión realizada para hacerse con el edificio asciende a 10 millones de euros.
La operación ha sido coordinada por Crandon, gestora especializada en operaciones inmobiliarias y proyectos de deuda, con Nuria Tutusaus, Martí Sarri y Mateo Rivero al frente. En el ámbito jurídico, la transacción ha contado con el asesoramiento de Jordi Gelpí, junto a Iñaki Frías y Javier Galán, del despacho RCD Legal.
Santomera Bay proyecta ahora una transformación integral del complejo, que arrastra un historial de fracasos: desde el cierre de las galerías comerciales originales, pasando por la ocupación de sus instalaciones, un incendio que lo devastó y un posterior intento fallido de reconversión en viviendas, que acabó siendo ruinoso.
Con el edificio abandonado durante años, el nuevo plan pasa por reconvertir el complejo Wagner en un espacio de oficinas de alto nivel, con otros usos aún por definir. Para ello, la firma ha encargado el proyecto de reforma a los arquitectos Jordi Artigas y Andreu Franquesa, del estudio OUA, que trabajarán sobre un inmueble de casi 3.000 metros cuadrados interiores y 1.200 metros cuadrados de cubierta y terrazas, dando por cerrada una etapa marcada por la inactividad.
