Cuando trabajas en el extranjero, más allá de vivir un tiempo fuera o de estar de vacaciones, te obligas a encajar dentro de una cultura diferente. Lo que, según Grant, te da “poder multicultural”. Además de las anécdotas de artistas y escritores sobre el romanticismo de vivir en el extranjero- Hemingway en País o Gauguin en Tahití- la creatividad es, sin lugar a dudas, un efecto positivo de la experiencial laboral en nuevos ambientes.
En 2015, un estudio basado en diferentes firmas de moda explicaba cómo aquellas marcas cuyos directores creativos han estados inmersos en diferentes culturas son más creativos. Por ejemplo, Karl Lagerfeld. El káiser de la moda que una vez dijo que quería convertirse en “un fenómeno multicultural”. Y lo es.
Por otro lado, los estudios indican que los inmigrantes también tienen más posibilidades de ser creativos frente a aquellas personas que han nacido y se han criado en el mismo país. Esto también se aplica a la habilidad para los idiomas. Las personas bilingües son más creativas que las personas que hablan un solo idioma.