Desde que en 2022 dejara su Cervera, Marc Márquez (Lleida, 32 años) presume de una vivienda a la altura de sus nueve trofeos como campeón del mundo de MotoGP -siendo el último el de este 2025- en la exclusiva urbanización madrileña La Finca. Esta mansión localizada en Pozuelo de Alarcón, valorada en 10 millones de euros, la comparte con su pareja, la creadora de contenido Gemma Pinto, con la que ha hecho de este terreno una inversión a largo plazo, dejando atrás los rumores de «capricho».
La casa, que perteneció previamente al exfutbolista del Real Madrid Mariano Díaz, supera los 1.300 metros cuadrados construidos y destaca por su diseño contemporáneo basado en hormigón, piedra y grandes paños de cristal. Las líneas rectas y la estética minimalista dominan tanto las fachadas como los interiores, reforzados por la gran luminosidad que aportan los ventanales de suelo a techo que conectan las estancias con el jardín. Entre sus siete dormitorios y amplias zonas de estar, la vivienda ofrece todo lo necesario para que el piloto disfrute de un hogar lleno de comodidad.
Uno de los elementos más característicos de la propiedad es la piscina de dos alturas, un diseño muy presente en las publicaciones del propio Márquez. Esta estructura, conectada por una pasarela que une diferentes niveles del jardín con la vivienda, se ha convertido en una de las señas de identidad visual del chalet. El interior también contiene detalles personales: una gran estantería en el salón donde el piloto exhibe cascos, trofeos y recuerdos de su carrera, junto a espacios pensados para la desconexión, como la mesa de billar o las zonas de ocio que él y Pinto comparten con sus seguidores en redes.
La cocina rompe con la sobriedad general del diseño y apuesta por la madera y las texturas naturales, convirtiéndose en escenario habitual de los momentos domésticos que la pareja comparte. Además, la vivienda cuenta con un gimnasio privado totalmente equipado, clave en la rehabilitación y rutinas físicas que Márquez sigue tras sus lesiones y preparaciones para cada temporada.
Su elección de residir en Madrid, en lugar de establecerse en Mónaco, Andorra o Suiza como hacen muchos pilotos de élite, responde a una decisión estratégica. El piloto de Ducati Lenovo buscaba estar más cerca de sus médicos, reducir tiempos de desplazamiento y situarse cerca del aeropuerto, de los patrocinadores y de los centros hospitalarios de referencia. La Finca le ofrece ese equilibrio entre logística, seguridad y privacidad, además de un entorno en el que convive con otros rostros conocidos como Cristina Pedroche, Dabiz Muñoz, Mar Flores o Aitana.
Con un patrimonio estimado de más de 80 millones de euros, Márquez se sitúa entre los deportistas españoles más acaudalados, solo por detrás de figuras como Rafa Nadal o Andrés Iniesta. Su mansión en Madrid representa la mayor inversión de su trayectoria, sostenida por su salario con Ducati -de 12 millones de euros-, los bonus de una temporada histórica y sus numerosos patrocinios, así como por sus empresas audiovisuales y de representación. A sus 32 años, el piloto ha consolidado no solo una carrera legendaria en MotoGP, sino también una sólida estrategia patrimonial que refleja la misma precisión con la que afronta cada curva en la pista.
