El proyecto cuenta con ayudas del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dentro del programa Proyectos innovadores de energías renovables y almacenamiento. Así, se le ha concedido a la iniciativa una ayuda de 4,2 millones de euros de los fondos NextGenerationUE.
Esta nueva central, de tipo pie de presa, entrará en funcionamiento en 2026 y generará cada año la energía eléctrica equivalente al consumo de 2.000 hogares, aproximadamente 8 GWh/año.
La nueva instalación se pondrá en marcha en un espacio donde ya estaba prevista su construcción cuando se diseñó y construyó la presa a finales de los años 70, por lo que ya tiene dos tuberías que llevarán el agua –hasta 20.000 litros por segundo– desde el embalse de Rioseco hasta los dos grupos generadores de la nueva central.
Cada grupo generador, de tipo ‘cross-flow’ o flujo cruzado, tendrá una potencia de 1,6 MW. En una nota de prensa, EDP señala ue, como se trata de energía «100% renovable», se evitará la emisión de unas 1.000 toneladas de CO2 al año.
EDP pruso en funcionamiento la primera central hidroeléctrica (La Malva) en 1917 en Somiedo. Esta suma, que sigue generando energía, se suma a las otras 10 centrales hidráulicas que EDP opera actualmente en la región: Proaza, Tanes, Priañes, Salime, Miranda, Caño, San Isidro, Laviana, La Florida y La Barca.
En total suman 425 MW de potencia instalada y generan una media de 880 GWh al año, energía eléctrica suficiente 2 para cubrir la demanda de 250.000 hogares al año, según señala la compañía.
