Los emprendedores mejoran sus habilidades, los empresarios luchan contra su ‘vagancia’.
Mientras los emprendedores empiezan haciendo un trabajo malísimo, los empresarios son perfeccionistas de lo suyo y de lo de los demás.
Muchos emprendedores rechazan nuevas oportunidades (se centran en su visión). Por otro lado, los empresarios persiguen miles de oportunidades.
Los emprendedores saben delegar, los empresarios practican el ‘DIY’ (Do it yourself).
Los emprendedores se centran en una tarea y en hacerla lo mejor posible. Los empresarios quieren hacerlo todo, sin importar cuál sea el resultado.
Los emprendedores asumen riesgos, los empresarios los evitan.
Los emprendedores creen en las tendencias, los empresarios en los balances.
Los empresarios se rodean de gente inteligente, los emprendedores contratan a esa gente inteligente.