Éste el retrato de la pobreza en España: al menos uno de cada cuatro españoles ha estado en riesgo de pobreza o exclusión social en la última década, según el último informe El Estado de la Pobreza, elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN). Y la tasa de pobreza infantil afecta a 2,3 millones de niñas, niños y adolescentes: la cifra más alta de la UE.
Pero hay oportunidades que cambian vidas. Le sucedió a Blanca Adela Flores. Llegó sola a Valencia desde Perú con tres hijos, uno con discapacidad. Pasó momentos muy duros. Pero su vida dio un giro al contactar con Save The Children y el programa CaixaProinfancia. “Nos ayudaron mucho en el aspecto psicológico y emocional. Nos devolvieron la confianza y la seguridad. Ahora mis hijos están estupendos”, explica agradecida.
Su historia es un pedazo de una realidad más amplia: España es uno de los países de la UE con mayores niveles de pobreza y exclusión social. Ante esto, la Fundación ”la Caixa” reafirma su compromiso de seguir ofreciendo oportunidades a los colectivos más vulnerables en todas las etapas de la vida: con sus programas, y un presupuesto de 655 millones de euros en 2025, promueve iniciativas sociales y educativas para construir una sociedad más justa e inclusiva. Y, junto con sus entidades colaboradoras, trabaja para lograrlo.


Escapar de la pobreza heredada. Uno de los pilares es CaixaProinfancia, un programa que desde su creación en 2007 ha acompañado a cerca de 400.000 niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Presente en toda España y en Portugal, ofrece apoyo educativo, actividades de ocio, atención psicológica y acompañamiento familiar para romper el círculo de la pobreza hereditaria.
También Pamela Sandi Hiza, madre boliviana, halló en CaixaProinfancia y Save The Children una ayuda esencial para su hijo de 12 años. Apoyo escolar, actividades de ocio… “Él se siente seguro y acompañado, y a mí me permiten seguir trabajando para sustentar a la familia”, cuenta Pamela. La acción social también se extiende a la población adulta: el programa Incorpora facilita el acceso al mercado laboral a personas en riesgo de exclusión en España y Portugal, con casi 450.000 contrataciones desde su creación.
La acción social de la entidad cuenta con un presupuesto de 655 millones de euros en 2025
Es el caso de Djogo Barri, originario de Guinea Conakry, que cada madrugada llega puntual al obrador de la panadería Panic, en Madrid. Este joven de 22 años ha encontrado en el mundo del pan artesanal una salida a la exclusión. Su logro es uno de los casi 25.000 que Incorpora ha facilitado en 2025, en colaboración con organizaciones sociales como la Fundación San Juan del Castillo y miles de empresas comprometidas. La Fundación amplía su acción social con otros programas como el de Becas de Grado, para el acceso a la universidad de jóvenes con pocos recursos; o el de Cooperación Internacional, que ha beneficiado a unas 750.000 personas.
Invertir en infancia, formación y empleo es la vía para construir una sociedad más justa. Con su Plan Estratégico 2025-2030, dotado con más de 4.000 millones de euros, la entidad refuerza su compromiso social, situando la lucha contra la pobreza y las desigualdades en el centro de su acción. Y con el mismo propósito de hace más de un siglo: ofrecer más oportunidades a quienes más lo necesitan
