Un Bentley Mulsanne del año 2013, con un pasado ligado directamente a la familia real británica, será subastado el próximo 3 de diciembre en el circuito de pruebas de Millbrook, en Bedfordshire. El evento, organizado por H&H Classics, reúne más de 70 vehículos históricos de distintas épocas, pero este Bentley destaca por haber sido utilizado por el actual rey Carlos III cuando aún era Príncipe de Gales.
El coche, matriculado como DA63 XGO, formó parte del Departamento de Prensa y Vehículos Especiales de Bentley Motors antes de ser destinado al servicio real a finales de 2013. Desde entonces acompañó al entonces príncipe Carlos en numerosos actos oficiales, continuando la larga tradición entre la monarquía británica y Bentley, una relación que se hizo especialmente visible con las limusinas creadas para la reina Isabel II en 2002.
El Mulsanne fue el modelo más lujoso de Bentley entre 2010 y 2020. Su nombre rinde homenaje a la recta Mulsanne del circuito de Le Mans, símbolo de velocidad y prestigio. El ejemplar que sale a subasta combina un exterior en Azul Zafiro Oscuro con un interior en cuero Magnolia, además de acabados de altísima calidad. Entre su equipamiento destacan la suspensión neumática en las cuatro ruedas, elegantes molduras de nogal, sistema de radio y televisión digital, portón trasero eléctrico y navegador integrado.
Bajo el capó, un potente motor V8 biturbo de 6.75 litros que ofrece 505 caballos. Gracias a ello, puede pasar de 0 a 100 km/h en apenas 5,1 segundos y alcanzar casi 300 km/h. Aunque seguramente Carlos III nunca exprimió toda esa potencia, el vehículo logra unir el refinamiento clásico con un servicio digno de un deportivo.
A pesar de su antigüedad, el coche está en buen estado. Registra solo unas 35.000 millas y cuenta con nueve revisiones oficiales que certifican su mantenimiento impecable. Además, se presenta en estado prácticamente de exposición, conserva sus tres juegos de llaves y toda la documentación original. Dada su exclusividad, se espera que alcance entre 80.000 y 100.000 libras, impulsado por su valor histórico y su escasez, ya que menos de 700 unidades se vendieron en el Reino Unido antes de que el modelo dejara de fabricarse en 2020.
Aunque este Bentley atraerá muchas miradas, no es el lote más caro de la subasta. Entre los vehículos con precios estimados más altos se encuentra un Aston Martin DB4 ‘Serie IV’ Vantage de 1962, un modelo excepcional; es el único de los 45 fabricados con pintura original en color “púrpura romano”. Su rareza y su perfecta conservación elevan su precio por encima de las 400.000 libras, convirtiéndolo en una de las joyas más codiciadas del evento y en un ejemplo sobresaliente de los Aston Martin clásicos más deseados.
