En un momento en el que las marcas inundan el mercado con descuentos agresivos y campañas diseñadas para disparar el consumo, Ecoalf vuelve a desmarcarse del sector y lanza un mensaje contundente: “We say no to Black Friday”. En lugar de promover compras impulsivas, la firma española viaja hasta Accra, en Ghana, para mostrar una realidad pocas veces visible: el impacto devastador que genera la industria textil sobre comunidades y ecosistemas.
Cada semana, más de 15 millones de prendas de segunda mano llegan al mercado de Kantamanto, el mayor centro de ropa usada del mundo. Cerca del 40% de esas prendas no pueden venderse ni reciclarse por su baja calidad. El resultado es una “marea negra” textil que se acumula en canales, playas y lagunas, formando enormes masas de residuos sintéticos que asfixian el entorno. Las imágenes que acompañan la campaña muestran playas enterradas en fibras, cuerdas de ropa enredada y trabajadores retirando kilos de desechos en un paisaje que antes era fuente de vida y comercio.
Para combatir esta crisis, Ecoalf se une a The Or Foundation, organización fundada en 2011 por Liz Ricketts y activa en primera línea de este problema global. Su equipo de más de 50 “Tide Turners” retira cada semana más de 20 toneladas de residuos textiles y plásticos de la costa ghanesa. Armados con machetes y guantes, clasifican y trasladan cada fragmento a vertederos controlados, evitando que acabe de nuevo en el océano. Las fotografías del dossier muestran brigadas completas limpiando playas saturadas de ropa desechada y montañas de fibras acumuladas junto al mar.
Ecoalf subraya que este problema no pertenece solo a Accra: es consecuencia directa del modelo de consumo global. La ropa barata y de fibras mixtas se usa apenas entre 7 y 10 veces antes de desecharse. Y esos desechos, lejos de desaparecer, simplemente se envían a otra parte del mundo, dañando biodiversidad, economías locales y calidad de vida.
Como alternativa, Ecoalf lanza un corto documental que revela “el verdadero precio de una buena oferta”. Su campaña propone un 0% de descuento como declaración de principios: no hay rebaja que justifique el deterioro del planeta. La firma invita a consumidores y marcas a optar por decisiones conscientes: reparar, reutilizar, reciclar y rechazar las falsas gangas del fast fashion. El mensaje final es claro: la marea puede cambiar, pero solo si actuamos ahora.
