Esta apuesta por el dividendo en acciones por parte del órgano rector de la petrolera coincide además con un momento en el que la cotización de los títulos de la compañía se encuentra en mínimos debido al castigo en Bolsa por el efecto de la caída en los precios del petróleo.
En concreto, esta opción ha sido elegida tanto por Brufau e Imaz como por los dos representante de CaixaBank en el consejo de Repsol, Isidro Fainé y Gonzalo Gortázar, así como por el secretario del consejo, Luis Suárez de Lezo.
En el caso de Brufau, su decisión de acudir a la ampliación de capital le permite elevar en 19.668 acciones su participación en Repsol, que asciende a 452.406 títulos, equivalentes a un 0,031% del capital. Por su parte, Imaz se ha hecho con 4.079 nuevos títulos de la petrolera tras optar por percibir el dividendo en acciones de la compañía, con lo que pasa a poseer un total de 93.829 acciones, equivalentes al 0,007% del capital.
En la última edición del dividendo flexible de Repsol, el 65,08% del capital de la compañía optó por recibirlo en forma de nuevas acciones, frente al 34,92% que se decantó por la opción del efectivo. La compañía ofrecía la opción de recibir el dividendo o bien en forma de nuevas acciones, a razón de una por cada 22 antiguas, o bien en efectivo, a un precio de 0,466 euros por título.