La Real Maestranza de Sevilla inicia una nueva etapa con el nombramiento de José María Garzón como gestor de la plaza para los próximos cinco años. La institución anunció la decisión en un comunicado que marca un punto de inflexión tanto en la historia de la institución como en la del propio empresario sevillano, cuya trayectoria ha estado ligada a la modernización y a la proyección pública de la tauromaquia. Con este paso, Sevilla afronta un cambio histórico tras décadas de continuidad empresarial.
Garzón, conocido por su labor al frente de Lances de Futuro, ha gestionado durante casi dos décadas plazas de primera categoría como Córdoba, Málaga o Santander. Su modelo se ha caracterizado por la apuesta por la programación estable, la inversión y la diversificación mediática, llevando la tauromaquia a la televisión generalista y ampliando su presencia social. Durante la pandemia, mientras muchas plazas permanecieron cerradas, logró mantener vivas varias ferias, consolidando su prestigio como gestor eficaz y resiliente.
La decisión de la Maestranza llega tras meses de movimientos y rumores en el ámbito empresarial taurino, gestionados por la institución con la discreción que la caracteriza. Finalmente, la llegada de Garzón supone la salida de la Empresa Pagés, que durante más de nueve décadas ha ostentado la gestión del coso desde la firma del histórico contrato fundacional de 1932. Ese acuerdo, basado en un canon porcentual sobre todos los ingresos, dio estabilidad durante décadas, pero también generó disputas jurídicas que marcaron los últimos años de relación entre ambas partes.
El conflicto más relevante surgió en torno al cálculo del canon, especialmente por la inclusión del IVA y por la gestión de las visitas al museo y al recinto. Los tribunales acabaron dando la razón a la Maestranza en lo relativo al impuesto, pero reconocieron derechos económicos de la Empresa Pagés sobre la explotación turística. Pese a estos desencuentros, la alianza entre la Maestranza y Pagés dejó un legado incuestionable: algunas de las ferias más memorables del toreo y una sólida contribución a la labor cultural y social de la institución.
La llegada de Garzón, marcada por la emoción personal del empresario, abre un capítulo nuevo en la historia taurina de Sevilla. Él mismo ha expresado que este nombramiento es “el sueño de su vida”, y asegura afrontar el reto con humildad y trabajo constante. Su intención es reforzar la presencia cotidiana de la plaza en la ciudad, implicar a las instituciones locales y renovar la programación desde cero, siguiendo el método que ha aplicado en todas las plazas que ha asumido previamente.
En su primer mensaje como gestor, Garzón ha destacado la importancia del trabajo en equipo y la participación de la afición sevillana en esta nueva etapa. Su propósito es que la Real Maestranza siga siendo un referente mundial, pero también un espacio vivo, cuidado y conectado con su entorno. Para él -y para toda Sevilla- la plaza no es solo un escenario taurino, sino un patrimonio emocional y cultural que merece evolucionar sin perder su esencia.