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Forbes Talks Women bEYond | Presencialidad renovada

Perspectivas jurídicas del nuevo paradigma profesional.

Fotografía: Luis Camacho.

La flexibilidad laboral se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de las empresas. En 2020, con la llegada de la pandemia, el teletrabajo se instauró como una opción a tener en cuenta, que cada vez ha ganado más peso dentro de las organizaciones. En la actualidad, las empresas buscan el equilibrio perfecto entre la presencialidad y el trabajo en remoto para ofrecer a sus trabajadores una mejor conciliación entre la vida personal y la laboral. Pero ¿cuál es la fórmula perfecta?

Para analizar qué ventajas encierra cada una de estas modalidades Forbes y EY reunían el pasado mes de octubre a un grupo de expertas, en el Museo Lázaro Galdiano, entre las que se encontraban: Natalia Tova Cobo, Senior Manager de EY; Chío Triviño, Corporate Development Director de Arima Real Estate Socimi; Mariana García Fernández de Mesa, General Counsel Iberia de Accor; Patricia Rodríguez Lázaro, Head of Investments de Clikalia; y Paula Navarro, Chief Legal and Compliance Officer de Vivenio Residencial Socimi.

La encargada de guiar este encuentro fue la periodista Belén Chiloeches, que puso sobre la mesa la primera pregunta de la velada: ¿Cuáles son los principales cambios que la presencialidad renovada introduce en la organización de equipos y en la forma de gestionar el trabajo diario?

Natalia Tova expuso el gran reto que ha supuesto la adaptación del teletrabajo para las empresas: “La imposición del trabajo en remoto llegó con la pandemia para quedarse. Desde ese momento, las compañías no sólo han tenido que mirar hacia fuera, hacia el mercado para mejorar sus resultados, sino también hacia dentro para mejorar la calidad de vida de sus empleados”.

Una afirmación con la que se mostraban de acuerdo tanto Triviño como la directiva de Accor. “La adopción del teletrabajo está impactando en los roles que tienen que desempeñar los trabajadores, sobre todo en los roles de supervisión. La figura del mánager está evolucionando hacia la de coach, y esto hace que se debe coordinar a los equipos de una manera diferente”, puntualizaba esta última.

Por su parte, Patricia Rodríguez apuntaba que “es muy difícil instaurar un modelo de teletrabajo igual para todos los equipos” y que, por ello, es necesario identificar lo que se espera de cada uno de ellos para establecer el adecuado. “Nos hemos acostumbrado a trabajar en remoto, pero este no siempre funciona de la misma forma para todos los equipos, por eso es tan complicada su adopción generalizada. Lo que está claro es que se ha convertido en una herramienta imprescindible para atraer talento”, puntualizaba la representante de García Fernández de Mesa. “El teletrabajo también nos está sirviendo de filtro a las empresas a la hora de buscar ese talento, porque más que nunca debemos rodearnos de gente responsable en la que confiemos totalmente”, señalaba Rodríguez Lázaro.

Pese a mostrarse todas de acuerdo con esta afirmación, Mariana García indicaba la necesidad de realizar el onboarding de las empresas siempre de forma presencial, “para conocer bien su funcionamiento y sentirse parte de la tribu”: “De esta manera se establece una mayor conexión con esta”. “Es imposible aprender bien todo lo que entraña tu puesto si se trabaja en remoto siempre. Por eso, tiene que haber un modelo en el que se integren ambos”, enfatizaba Paula Navarro.

Esto llevaba a Chiloeches a preguntar a las expertas en qué momento nos encontramos de instauración del teletrabajo. La directiva de Accor aportaba algunos datos: después de la pandemia, en 2021, el 76% de las empresas habían adoptado el modelo híbrido, sólo el 11% había vuelto a la oficina, y el 9% contaba con un modelo de teletrabajo total. En 2024, el 58% de las empresas españolas han vuelto al modelo presencial total; el 41% cuenta con un modelo híbrido; y sólo el 1% teletrabaja completamente.

Chío Triviño y Natalia Tova exponían que la adopción de cada uno de los modelos va bastante ligada a la cultura empresarial. “Todos pensamos que las nuevas generaciones están obsesionadas con el teletrabajo, pero no siempre es así. Hay que insistir en la idea de que, si te quedas en casa siempre, te pierdes todo”, señalaba la directiva de Clikalia. “No todos los roles pueden teletrabajar, porque la interacción es necesaria. No obstante, es innegable que la flexibilidad es cada vez más importante para el talento joven. Lo complicado es reflejarlo de forma legal, porque hay que ajustarlo a las necesidades de cada equipo”, recalcaba Navarro.

A lo que añadía García Fernández de Mesa: “La fórmula perfecta no existe, el equilibrio está en la responsabilidad”.

En este punto, todas las participantes en la mesa redonda coincidían que para hacer más atractivo el trabajo presencial era cada vez más importante para las empresas contar con unas oficinas bien ubicadas, atractivas y cómodas, que cubran todas las nuevas demandas de los empleados. “Son la carta de presentación de la empresa. Eso marca la diferencia”, subrayaba Patricia Rodríguez.

La moderadora de la jornada recogía el guante y exponía una nueva pregunta: “¿Cómo la presencialidad puede potenciar la productividad sin sacrificar la flexibilidad y el bienestar de los empleados?”.

Natalia Tova indicaba que, bajo su punto de vista, “la flexibilidad no implica menos productividad”. “Teletrabajar es levantarte y sentarte. A veces, los desplazamientos innecesarios sí pueden redundar en la productividad”, señalaba Navarro. “Cuanto más contento está el trabajador, más productivo es. Eso es importante a la hora de retener el talento. Porque tiene un motivo para quedarse”, reflexionaba Mariana García.

La afirmación de la directiva de Accor llevaba a Triviño a recalcar la importancia de “elegir a las personas adecuadas, y apostar por el talento comprometido y responsable”.

A modo de cierre de esta charla, Chiloeches pedía a las participantes que expusieran qué oportunidades ofrece la presencialidad renovada para promover la igualdad de género y la inclusión en el ámbito profesional. García Fernández de Mesa subrayaba la importancia que ha tenido la adopción del teletrabajo para mejorar la igualdad de género, tanto a nivel profesional como personal: “La flexibilidad nos permite cumplir también con nuestras responsabilidades familiares, tanto si tienes niños pequeños como si tienes cuidado de mayores a tu cargo”. “Es una flexibilidad que todos tenemos, y que nos aplica a todos por igual, y eso facilita la conciliación familiar, tanto para hombres como para mujeres”, explicaba Tova Cobo.

“Volver a la presencialidad absoluta no es posible. Es hora de buscar los equilibrios perfectos”, concluía Navarro. Una aseveración con la que todas se mostraron de acuerdo.