LIV Golf, respaldada por Arabia Saudí, necesitó ofrecer sueldos astronómicos para atraer a algunas de las mayores estrellas del PGA Tour. Donald Trump, en cambio, se unió por una cantidad relativamente pequeña.
Arabia Saudí revolucionó el mundo del golf hace unos años con una estrategia muy sencilla: invertir grandes cantidades de dinero en las estrellas más importantes de este deporte. Los veteranos Dustin Johnson y Phil Mickelson obtuvieron unos ingresos estimados de 125 y 200 millones de dólares, respectivamente. Jon Rahm, aún en plena forma, recibió 300 millones de dólares. ¿Un gran nombre al que LIV no tuvo que pagar mucho para que se uniera a su equipo? Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos, que se espera que dé una cálida bienvenida al príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman en la Casa Blanca el martes, recibió alrededor de 800 000 dólares por organizar un torneo de golf LIV en 2022, según una declaración de ingresos incluida en los documentos judiciales. Otra declaración sugiere que un evento de LIV en 2023 generó 950 000 dólares. Trump ha organizado siete torneos de LIV hasta ahora. Si cada uno de ellos generó cantidades similares, sus ganancias totales ascenderían a aproximadamente 6 millones de dólares en cuatro años. Puede parecer mucho, pero es prácticamente nada en el mundo del golf LIV, donde golfistas desconocidos pueden ganar fácilmente esa cantidad en premios.
Los acontecimientos también le proporcionaron a Trump algo más que valora: prestigio. Durante su primera campaña presidencial, la PGA anunció que su torneo anual en el Trump National Doral de Miami se trasladaría a México, nada menos. «Simplemente saltamos el muro», bromeó Rory McIlroy, el segundo mejor golfista del mundo, según se cuenta , en aquel entonces.
Trump, cuyos representantes no respondieron a una solicitud de comentarios, se tomó muy en serio los torneos de golf, incluso después de convertirse en presidente por primera vez. «Se espera una gran afluencia de público», tuiteó seis meses después de iniciar su primer mandato, cuando su campo de Bedminster, en Nueva Jersey, acogió el Abierto de Estados Unidos Femenino. Según se informa, Trump también intentó que su embajador en el Reino Unido, el multimillonario Woody Johnson, dirigiera el Abierto Británico hacia Turnberry, una de las propiedades del presidente en Escocia. Trump afirmó que nunca habló con Johnson al respecto.
Los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos trastocaron los planes de golf de Trump. La PGA de Estados Unidos trasladó casi inmediatamente el Campeonato de la PGA de 2022 fuera del club de Trump en Bedminster. El director ejecutivo de la Royal and Ancient, el organismo que supervisa el Abierto Británico, anunció que no consideraría Turnberry para torneos en un futuro previsible. Trump, al parecer, se había excluido a sí mismo.
Hasta que LIV irrumpió en escena. Respaldada por el fondo soberano de Arabia Saudí, LIV repartió dinero a manos llenas y dividió el mundo del golf. Algunos jugadores abandonaron la PGA por las bolsas de dinero de LIV; otros se mantuvieron fieles al circuito original. Trump no dejó ninguna duda sobre qué bando favorecía en la escisión.
«Acabo de llegar a Bedminster para el gran torneo de golf LIV Tour», publicó el 27 de julio de 2022, antes del tercer evento LIV, celebrado en el mismo campo que había perdido el Campeonato de la PGA. «Recompensas récord para los ganadores, gran emoción. ¡Venid el viernes, sábado o domingo a ver el gran juego de los mejores jugadores!». Entre los asistentes se encontraba Yasir Al-Rumayyan, gobernador del fondo soberano de Arabia Saudí. Al-Rumayyan se codeó con Trump en un carrito de golf, aprovechando el tipo de acceso de alto nivel con el que solo podrían soñar los ejércitos de lobistas. También aparecieron los abucheadores. «¡Hazlo por la familia real saudí!», le gritó uno a Mickelson mientras se preparaba para golpear, lo que obligó al golfista a alejarse de la bola para recuperar la compostura.
Tres meses después del torneo de Bedminster, LIV celebró su campeonato de liga en el Trump National Doral de Miami. Con vistas a futuros eventos, el presidente invirtió más dinero en Doral, añadiendo miles de palmeras. El que fuera y volverá a ser presidente acogió tres de los 14 eventos de LIV en sus campos en 2023. Ese mismo año, LIV y la PGA anunciaron una colaboración, lo que provocó algunas declaraciones grandilocuentes por parte de Trump. «Me pregunto si los jugadores de la PGA que no hicieron caso a mi consejo y no aceptaron las enormes cantidades de dinero que les ofrecía LIV Golf se sienten ahora un poco «estúpidos»», se burló en las redes sociales. «Predije una FUSIÓN, y eso es exactamente lo que ha ocurrido».
Con Trump de vuelta en el poder, ambas ligas están ahora ansiosas por asociarse con él. El 3 de abril, el presidente viajó a Miami para asistir a una cena de LIV Golf previa al evento de la liga en Doral. En 2026, el PGA Tour volverá a la propiedad para celebrar un torneo a finales de abril. Solo cuatro días después de que termine, LIV dará inicio a su octavo evento vinculado a Trump, esta vez en su club de Virginia, a 32 kilómetros de la Casa Blanca.
