Los cineastas Javier Ambrossi y Javier Calvo, conocidos popularmente como Los Javis, han tomado una decisión significativa tras anunciar su separación sentimental: poner en el mercado su impresionante chalet de Pozuelo de Alarcón, una de las zonas residenciales más exclusivas de Madrid. La propiedad, con una superficie construida de casi mil metros cuadrados y situada sobre una amplia parcela de 2.500, acaba de ser anunciada por un precio cercano a los cinco millones de euros (según adelantó la revista Lecturas).
La vivienda destaca no solo por su tamaño, sino también por su concepción arquitectónica. Fue proyectada por Benjamin Iborra y Raúl Hinarejos, y levantada mediante un innovador sistema de construcción industrializada desarrollado por Viraje bajo su sello Ubiko. Desde su diseño hasta su distribución, la casa está pensada para quienes disfrutan recibiendo invitados y viviendo rodeados de actividad social.
En la planta principal se encuentra el corazón más abierto de la residencia: un amplio salón conectado con el comedor, una cocina de estética contemporánea, un estudio creativo y varias habitaciones destinadas a huéspedes. Una impresionante escalera flanqueada por una gran biblioteca conduce a la planta superior, donde se sitúa la parte más íntima del hogar, incluida la suite principal con baño privado, vestidor y terraza orientada al jardín.
El nivel inferior presenta uno de los elementos más singulares de la vivienda. En lugar de un garaje tradicional, Los Javis optaron por convertir el sótano en un auténtico espacio de ocio privado, equipado con una sala de cine, una zona tipo club nocturno y un gimnasio completamente acondicionado.
En el exterior, la casa mantiene el mismo espíritu lúdico. Desde el porche se abre la vista hacia una piscina de líneas limpias, una zona de barbacoa y un jardín que rodea la estructura principal. Todo ello fue detallado por los propios cineastas en un reportaje previo en la revista AD, donde mostraron la personalidad creativa y funcional de cada rincón.
La venta de esta vivienda marca el cierre de una etapa para Ambrossi y Calvo, que han convertido su hogar en un símbolo de su vida en común y de su identidad artística compartida.
