Durante la semana pasada, Madrid se vistió de azul pastel y rojo burdeos. La capital está acostumbrada a la invasión, amistosa y frecuente, de miles de aficionados al fútbol cuando sus equipos disputan partidos de Champions League, pero en esta ocasión era diferente: la poderosa NFL, la liga profesional de fútbol americano, disputaba el primer partido de su historia en España: el NFL Madrid Game Day 2025 entre Miami Dolphins y Washington Commanders.
Dolphins -el equipo que eligió a Madrid como sede de su partido en el extranjero- y Commanders pueden no ser los equipos más glamourosos o de mejor palmarés, pero eso daba igual: la ciudad se volcó en la celebración del encuentro. Los fans se agolpaban ante la puerta de los hoteles donde se alojaban los equipos, los accesos al estadio Bernabéu se cortaron desde primera hora de la mañana del domingo, y miles y miles de fans americanos inundaron el Paseo de la Castellana, disfrutando del ambiente. Y en Forbes Travel, gracias a la cortesía de Marriott Bonvoy, pudimos disfrutar también del espectáculo del NFL Madrid Game Day 2025.
Las connotaciones económicas y de marca que el partido ha dejado en Madrid -y para el Real Madrid- son abrumadoras; tanto como el desfile de estrellas y VIPS que llenaron los palcos VIP de un Bernabéu tan espectacular como en las mejores noches de Champions. Altos cargos de las tres administraciones -local, autonómica y nacional-, famosos del espectáculo, deportistas de leyenda -de Zidane a Magic Johnson… y, en el medio tiempo, dos auténticas estrellas, Bizarrap y Daddy Yankee, dándolo todo -pero solo un ratito.
Y, en las casi cuatro horas de partido -que no de tiempo de juego-, mucha, mucha música, estruendo, fuegos artificiales, himnos y banderas, cheerleaders: puro showbizz al más puro estilo americano. Y, por supuesto, decenas de miles de espectadores venidos de Estados Unidos dándolo todo apoyando a sus equipos, mientras la inmensa mayoría del público local pensaba, al modo de Astérix, que «estos americanos están locos»: finalizado el partido -16 a 13 para Miami, con un touchdown en una prórroga- los aficionados de ambos equipos se marcharon igual de contentos. Y eso, en nuestro fútbol, no pasa. Pero, ¡qué espectáculo más maravilloso!
