Los precios qué más elevan la inflación, sin posibilidad de sustitución según USO, siguen siendo los gastos de vivienda, el vestido y calzado, y, en especial, la alimentación, donde todos los grupos prioritarios, en especial la fruta con un crecimiento del 10% respecto al mes pasado, se suman a la escalada de precios.
El secretario general de USO, Joaquín Pérez, opina que no es lo mismo una subida de IPC más o menos homogénea entre los productos que estudian, que centrada en lo más básico, por lo que a pesar de que los salarios por convenio han subido un 3,5% este mes, «ningún salario puede resistir el alza en los precios de productos como alimentos o luz y ninguna familia puede vivir de espaldas a este encarecimiento».
USO no entiende el debate de precios e inflación desligado de las condiciones laborales y los salarios, por lo que aboga por «convertir el Parlamento en un foro real de medidas laborales», y exige «grupos de trabajo ágiles y productivos», donde todos cedan para mejorar el día a día de la ciudadanía, adoptando leyes «necesarias» y «relacionadas con el trabajo y la calidad de vida de las personas».
Entre estas mejoras destaca la «reescritura de la legislación laboral» o el SMI, que de acuerdo con USO debe entrar en vigor al comienzo de 2026, «permitiendo a las administraciones actualizar su contratación pública», así como la reducción de la jornada laboral, «que tanto va a beneficiar a la población en tiempo de conciliación y, a esos trabajadores más vulnerables, los parciales, en retribución».
