Las ventas netas sumaron 1,1 billones de yenes (6.235 millones de euros), un 110,2% por encima de la cifra previa. Según ha explicado Nintendo, los ingresos crecieron de manera «importante» gracias al lanzamiento de la Switch 2 en junio, consola, además, que cuenta con un precio mayor que su antecesora.
La hoja de resultados ha indicado que el 40,8% de las ventas se efectuaron en el continente americano; seguido de Japón, con un 20,5%; Europa, con un 23,9%; y el resto del mundo, con un 14,8%.
Los costes en los que incurrió la multinacional entre gastos de producción, venta o administración se elevaron hasta los 954.383 millones de yenes (5.409 millones de euros), un 137,5% más.
De su lado, los ingresos no operativos ascendieron a 91.398 millones de yenes (518 millones de euros), y los gastos de idéntica naturaleza a 539 millones de yenes (3,1 millones de euros).
Nintendo prevé para el ejercicio fiscal unas ventas de 2,250 billones de yenes (12.753 millones de euros) y un beneficio de 350.000 millones de yenes (1.984 millones de euros), 350.000 millones de yenes y 50.000 millones de yenes (283,4 millones de euros) más, respectivamente, desde la estimación inicial. El dividendo será de 181 yenes (1,03 euros), 52 yenes (0,29 euros) más.
