La absorción de Ipnet –que ha quedado extinta– se enmarca en una reorganización societaria con la que Telefónica busca obtener beneficios administrativos y económicos a través de la simplificación de su estructura operacional, la reducción de los costes y el aprovechamiento de las sinergias internas.
Ipnet operaba desde hacía más de 20 años en el mercado y estaba especializada en la reventa de software y sistemas, así como en la prestación de servicios para la transformación digital de empresas.
En el momento de la compra de la compañía, en julio de 2024, la filial brasileña de Telefónica hizo hincapié en que esta operación fortalecía su porfolio de productos ‘cloud’ y de servicios profesionales.
