La del Gitana es una de las sagas de veleros más emblemáticas de la vela mundial. Sus armadores son la familia Rothschild desde hace más de 150 años, en los que esta familia francesa ha creado algunos de los veleros de competición más innovadores del planeta. Este mes de diciembre van a proceder a la botadura del Gitana 18, un espectacular trimarán gigantesco conocido también como Maxi Edmond de Rothschild.
El Gitana 18 va a ver la luz un año después de la histórica victoria en solitario del Gitana 17 en el Arkea Ultim Challenge, un evento clave del calendario de la vela oceánica. Ahora, el Gitana 17 inicia una nueva etapa con el Team Actual, mientras que el Gitana 18 se va a convertir en el nuevo emblema de la estirpe Rothschild, continuando una historia que se extiende durante casi 150 años: un legado que se vivirá un momento histórico en 2026 con el 150.º aniversario del primer Gitana.
Ariane de Rothschild, CEO del Grupo Edmond de Rothschild y armadora del Gitana explica la nueva maravilla que tienen entre manos. “Durante casi 150 años, cada barco de la saga Gitana ha contado su propia historia. Desde hace tiempo, deseaba invitar a un artista contemporáneo a plasmar su obra en uno de nuestros multicascos. Mi ambición iba más allá del gesto estético: quería crear una fusión de mundos. Cuando decidí botar otro gran trimarán, el Gitana 18, era lógico continuar la colaboración con el Palais de Tokyo. Para el Maxi Edmond de Rothschild, han creado una ola de rostros en expansión. Una ola que, como un eco íntimo, revela los rasgos de mis hijas. A quienes dedico este nuevo barco”.
Y es que ,ás allá de su rendimiento, el Gitana 18 es también un lienzo para la creación contemporánea. En colaboración con el Palais de Tokyo, los artistas Florian y Michael Quistrebert han dado vida a una audaz visión artística, presentada en el Maxi Edmond de Rothschild por Jean-Baptiste Epron. Sobre casi 2000 m² de casco y lona, cinco rostros emergen del mar: un símbolo de familia, herencia e imaginación entretejidos en la esencia de esta embarcación.
Concebido desde el principio para volar en todo momento, este trimarán de última generación es el resultado de más de dos años de diseño, construcción y colaboración creativa. Con 32 metros de eslora y 23 metros de manga, el Gitana 18 es una reinvención completa. Cada elemento, desde los foils y apéndices hasta la estructura y los sistemas a bordo, ha sido rediseñado para ofrecer estabilidad, fiabilidad y resistencia a altas velocidades. Se han dedicado más de 50.000 horas de estudio y 200.000 horas de construcción a la creación de una plataforma donde, como explica Sébastien Sainson, director de la Oficina de Diseño del Gitana: «El barco volará el 100% del tiempo; no nos limitamos a adaptar un concepto existente, lo reinventamos».
El patrón del proyecto es el francés Charles Caudrelier, uno de los grandes referentes de la vela oceánica en la actualidad. «Para dar la vuelta al mundo a 40 nudos, necesitas una confianza absoluta en tu máquina. Dedicar estos meses adicionales a perfeccionar el Gitana 18 no es un retraso, sino un compromiso. Lo que presentaremos en diciembre no es solo un barco, sino un ecosistema meticulosamente diseñado para la velocidad, la resistencia y la victoria», remata.
