Pelayo Cortina Koplowitz, el menor de la célebre saga Cortina-Koplowitz, ha conseguido dar el paso definitivo para cumplir uno de sus grandes sueños empresariales: devolver a Marbella el brillo del mítico hotel Incosol. Tras una década cerrado, el emblemático establecimiento de salud y bienestar inicia ahora su esperada remodelación, con la aprobación definitiva del Ayuntamiento de Marbella. Detrás del proyecto se encuentra una inversión colosal de 150 millones de euros, impulsada por Ilanga Capital, el grupo financiero presidido por Pelayo, que apuesta por recuperar iconos del lujo y convertirlos en referentes contemporáneos.
El nuevo Incosol Wellness & Clinic Resort se levantará sobre una extensa parcela de 47.500 metros cuadrados, combinando la hospitalidad de un hotel cinco estrellas gran lujo con la excelencia de una clínica de salud avanzada. De ese espacio, 21.000 metros estarán destinados a servicios médicos y 6.000 a la oferta hotelera, que incluirá 168 habitaciones, de las cuales casi un 80 % se dedicará a tratamientos especializados. Además, el complejo contará con quirófanos, consultas, spa, gimnasio, áreas deportivas, piscina, zonas verdes y una cuidada oferta gastronómica que completará la experiencia.
El proyecto, que conservará la estructura original del edificio como homenaje a su historia, supondrá una transformación total del espacio. Pelayo Cortina y su equipo buscan recuperar el espíritu del antiguo hotel medicinal que en su día revolucionó el turismo de salud en la Costa del Sol, pero con una mirada moderna y sostenible. La idea está clara: que Marbella vuelva a tener un referente internacional en bienestar, rejuvenecimiento y longevidad, capaz de atraer a visitantes de todo el mundo que combinen descanso, salud y placer en un mismo destino.
La historia del Hotel Incosol está profundamente ligada al glamour de la Marbella de los años 70. Inaugurado en 1973 por el marqués de Villaverde -yerno de Franco y su primer director médico-, el hotel fue durante décadas un santuario del lujo y la exclusividad. Por sus pasillos pasaron figuras como Grace Kelly, Rainiero de Mónaco, Salvador Dalí, Michael Jackson o la princesa Diana de Gales. Ahora, cincuenta años después, Pelayo Cortina aspira a que el nuevo Incosol renazca de sus cenizas con la misma relevancia que sostuvo en ese entonces.
A sus 40 años, el conde de San Fernando de Peñalver se consolida como una de las figuras empresariales más discretas pero efectivas de su generación. Ingeniero industrial y con formación en México y Estados Unidos, Pelayo ha demostrado que su apellido no lo es todo. Sino el esfuerzo, la constancia y la pasión. Tras triunfar en el sector de los campings de lujo con la marca Ohai Resorts, ahora entra con fuerza en el universo hotelero premium con Ilanga Hospitality, su división especializada en resorts de bienestar. Este nuevo Incosol no solo es una inversión, sino también un emblema de su visión en la que combina salud, hospitalidad y exclusividad en un solo concepto.
Con el inicio de las obras, Pelayo Cortina no solo recupera un pedazo de la historia dorada de Marbella, sino que también impulsa una nueva etapa en la evolución del turismo de lujo en España. El renacimiento de Incosol simboliza el equilibrio entre tradición y modernidad, una apuesta que une legado familiar, excelencia empresarial y una mirada puesta en el futuro.