No mintamos, los grandes robos fascinan porque combinan audacia, planificación y a menudo un fallo en las barreras que suponíamos infranqueables: seguridad, procedimientos, cámaras de vigilancia. En la era del control masivo, donde la vigilancia y las cámaras ocultas son omnipresentes, robar objetos extremadamente valiosos nos parece imposible… o casi.
Lo saben bien en el Museo Louvre, en París, donde el 19 de octubre una banda, ya rebautizada como «la banda del Louvre», logró llevarse en siete minutos nueve joyas de la colección de Napoleón. Entre ellas, un collar, un broche y la tiara de Josefina Bonaparte, expuestos en las vitrinas de la Galería de Apolo, con un valor total de 88 millones de euros. Probablemente, los ladrones, algunos de los cuales fueron detenidos en los días siguientes, con esta acción no solo robaron «objetos preciosos», sino que también dejaron un vacío cultural insalvable entre las paredes del Louvre.
Este episodio, tan curioso como intrigante, nos ha llevado a algunas reflexiones, pero sobre todo a una pregunta: ¿Cuáles han sido los robos más espectaculares de la historia, dignos de Arsène Lupin?
A continuación, revisamos cinco de los robos más impactantes de la historia: su valor, su ejecución y sus consecuencias.
1. El robo de la Mona Lisa; París, 1911
Imposible no empezar por aquí, probablemente el robo de los robos. En agosto de 1911, un empleado italiano del Louvre, Vincenzo Peruggia, decidió “devolver” lo que consideraba un tesoro robado a su país. Entró al museo con su bata de trabajo, descolgó la Mona Lisa del muro y la ocultó bajo su abrigo. Nadie lo detuvo. Uno de los giros más extraños de la investigación involucró al joven Pablo Picasso, quien fue interrogado sobre el robo de la obra. Durante dos años, la pintura desapareció. Cuando finalmente fue recuperada en Italia, 1913, el mundo entero ya hablaba de ella. Lo paradójico es que el robo fue el que convirtió a la Gioconda en la obra más famosa del planeta.
2. Gardner Museum; Boston, 1990
Madrugada del 18 de marzo, 1990. Dos hombres disfrazados de policías se presentan en la puerta del Isabella Stewart Gardner Museum, en Boston, USA. Los vigilantes, confiados, los dejan pasar. En menos de hora y media los ladrones amordazan al personal y arrancan trece obras maestras, entre ellas un Vermeer y tres Rembrandt. 13 obras fueron robadas del museo. El robo, desde la entrada hasta la salida, duró un total de 81 minutos.
El botín se estima en más de 500 millones de dólares. Treinta y cinco años después, ninguna pieza ha sido recuperada. Los marcos vacíos siguen colgados, como heridas abiertas. Treinta y cinco años después, ninguna pieza ha sido recuperada. Los marcos vacíos siguen colgados, como heridas abiertas, y la investigación…. continúa abierta.
3. El gran asalto de Amberes; Bélgica, 2003
Famoso como «el atraco del siglo», fue un robo de diamantes ocurrido entre el 15 y 16 de febrero del 2003. Se estima que la planificación tomó más de un año y la cabeza, o mejor «el profesor» detrás de este atraco fue Leonardo Notarbartolo. El robo de los diamantes parecía imposible: cámaras infrarrojas, códigos de 100 millones de combinaciones y un búnker subterráneo. Durante un fin de semana sin guardias, vaciaron más de 100 cajas de seguridad y se llevaron diamantes y joyas valorados en más de 100 millones de dólares. Gran parte del botín jamás se recuperó.
4. La Bóveda Verde de Dresde; Alemania, 2019
El robo en la Bóveda Verde de Dresde se produjo el 25 de noviembre de 2019, cuando una banda de ladrones logró acceder hasta la Joyería Real de la Bóveda Verde, situada en el museo del Palacio de Dresde, en Sajonia, Alemania. Un incendio provocado cortó la electricidad del palacio real, y en minutos, los ladrones rompieron vitrinas blindadas y se llevaron joyas reales del siglo XVIII. El valor material rondaba los 110 millones de euros, pero el daño patrimonial era incalculable. Parte de las piezas fue hallada años después, gracias a una operación internacional.
5. El nuevo golpe del Louvre; Francia, 2025
El 19 de octubre de 2025, París amaneció con titulares que parecían sacados de una novela de ficción, o de una película con Omar Sy como protagonista. Lo único es que afortunadamente no se trataba de cine sino de la realidad. un grupo de ladrones disfrazados de operarios logró sustraer ocho piezas de las joyas de la corona francesa en menos de ocho minutos, en pleno horario de apertura del Museo del Louvre. Este audaz robo, ejecutado con precisión milimétrica, ha dejado al mundo del arte y la seguridad museística en estado de shock. Todo utilizando una plataforma elevadora montada en un vehículo. Una vez dentro, emplearon herramientas como sierras eléctricas y cortadores angulares para romper vitrinas blindadas y sustraer las piezas valiosas. La operación fue tan rápida que, en menos de ocho minutos, los ladrones habían completado su cometido y huido del lugar, dejando atrás una escena de caos y asombro. El valor estimado de las piezas robadas supera los 88 millones de euros. Sin duda este incidente increíble ha puesto en evidencia las vulnerabilidades de la seguridad del Louvre, el museo más visitado del mundo.
La frontera entre la delincuencia y la genialidad es una línea muy fina, donde lo que marca la diferencia son los millones en juego que representan el valor de algo. Los ladrones más recordados no son los más violentos, sino los que lograron convertir el robo en una coreografía perfecta. Las cámaras modernas y las nuevas tecnologías no pueden detener a las mentes brillantes; parece claro que cada época tiene su Lupin.
