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Cómo gestionar al equipo de trabajo y la tecnología en las pequeñas empresas

Las pequeñas empresas se enfrentan a diversas cuestiones complejas en torno a su negocio

Aérea de un grupo de empresarios trabajando juntos.

Las conversaciones que surgen al reunir a un grupo de líderes empresariales suelen revelar verdades sobre los desafíos y las oportunidades que enfrentamos actualmente. En una serie de desayunos recientes con directores ejecutivos en el East End de Long Island, Nueva York, los temas fueron claros: el talento y la tecnología están transformando radicalmente nuestra forma de operar, y las pequeñas empresas se encuentran en una posición privilegiada para adaptarse con rapidez y eficacia, impulsadas por el impulso que impulsa nuestra economía.

La confianza está creciendo

Los empresarios están empezando a sentir una confianza renovada, y ante la perspectiva de recortes de tipos en el horizonte, se está consolidando un optimismo cauteloso. Cuando hablo con mis clientes, comprenden que se abren oportunidades y que es el momento de empezar a pensar estratégicamente en el crecimiento y la expansión. Desde mi perspectiva, este optimismo es acertado, y es alentador ver a los líderes empresariales convertirlo en planes sólidos para el futuro.

La IA como oportunidad, no como amenaza

La tecnología, especialmente la inteligencia artificial, está empezando a transformar la forma en que las empresas perciben a su fuerza laboral. Contrariamente a los temores populares, considero que la IA no es una amenaza para el empleo, sino una fuente de oportunidades. La historia nos ha demostrado repetidamente que las nuevas tecnologías impulsan la productividad, y el aumento de la productividad conduce a la expansión empresarial, creando así nuevos empleos. De hecho, a principios de 2025, la Cámara de Comercio de EE. UU. anticipó que el aumento de la productividad, especialmente impulsado por la innovación y la tecnología, impulsará un crecimiento económico superior al 3 % en 2025, creando mayores oportunidades para empresas y trabajadores.

Las pequeñas empresas, conocidas por su agilidad y flexibilidad, cuentan con una ventaja única en este aspecto. Pueden experimentar con mayor rapidez, adoptar la tecnología con mayor celeridad y responder con agilidad a los cambios del mercado. La IA ofrece a las pequeñas empresas la oportunidad de aumentar su plantilla, mejorando la productividad sin sacrificar el factor humano.

Repensando los modelos de trabajo y el talento

En cuanto al talento, existía una preocupación real en torno a la disponibilidad de mano de obra cualificada en todos los sectores. Los líderes empresariales debatieron estrategias para el desarrollo profesional y plantearon preguntas sobre si los programas nacionales de formación pueden satisfacer la creciente demanda de profesionales cualificados en nichos específicos. Esto ha dado lugar a conversaciones más amplias sobre cómo la formación y los modelos de trabajo deben evolucionar conjuntamente.

En la era del trabajo híbrido y remoto, las empresas se enfrentan a nuevos retos para desarrollar y mentorizar a los talentos jóvenes. Los directores ejecutivos con los que hablé reconocieron que, si bien es importante mantener la agilidad, es fundamental mantener interacciones presenciales significativas para la mentoría y el desarrollo de una cultura empresarial. No existe un modelo universal para esto; cada empresa está desarrollando un enfoque personalizado que refleja su sector, tamaño y cultura.

Lo que está claro es que las etiquetas tradicionales de presencial, remoto o incluso híbrido ya no reflejan plenamente la realidad actual. El éxito ahora depende de encontrar el equilibrio adecuado mediante soluciones personalizadas que satisfagan tanto las necesidades de los empleados como de la empresa. Esto podría implicar más formación práctica presencial o experiencias en la empresa, o el desarrollo de estrategias de mentoría digital y fomento del espíritu de equipo. Ser deliberado en la evolución de la formación, la mentoría y la cultura laboral garantiza un camino sostenible hacia el crecimiento.

La influencia del capital privado

Otra tendencia convincente que se debatió en el desayuno fue el aumento del interés del capital privado en las pequeñas empresas. Lo que sorprendió a muchos no fue solo la frecuencia de estos enfoques, sino también el impacto que tienen en la mentalidad de los empresarios. Incluso si un empresario no planea vender de inmediato, la mera idea fomenta una mayor disciplina financiera, una mejor planificación empresarial y claridad estratégica. Este es un cambio positivo significativo, que aporta un mayor sentido de profesionalismo y estrategia a las pequeñas empresas que antes quizás no hubieran considerado estos aspectos con tanto rigor.

Estos temas refuerzan la idea de que, en momentos de incertidumbre, las pequeñas empresas se enfrentan a diversas cuestiones complejas en torno a su negocio, ya sea la adopción de nuevas tecnologías y la adaptación inteligente a los cambios en la fuerza laboral, o la identificación del momento oportuno para invertir en expansión y escalabilidad. Lo positivo es que las organizaciones más pequeñas tienen la capacidad de probar nuevos enfoques, tomar decisiones ágiles y aprender rápidamente de los fracasos, todo ello manteniendo el control total de su propia trayectoria empresarial.

De cara al futuro, los líderes empresariales que adopten esta flexibilidad y vean el cambio como una oportunidad en lugar de una amenaza liderarán el camino hacia el futuro. Como ya he dicho, el camino hacia el crecimiento reside en centrarse en las realidades de su negocio, su gente y su mercado, no en los titulares. Las empresas dispuestas a adaptarse al impulso actual de la economía serán las que aprovechen las oportunidades que se avecinan.

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