Para las startups con presupuestos ajustados, la IA agéntica promete precisamente eso: sistemas inteligentes capaces de realizar estudios de mercado, programar, gestionar la comunicación con los clientes y optimizar las cadenas de suministro en tiempo real. Hace dos años, esto parecía ciencia ficción. Hoy, es un experimento real que obliga a los emprendedores a afrontar lo que realmente se necesita para construir un negocio.
La carrera para reemplazar a los trabajadores ya ha comenzado, ¿pero hay alguien realmente ganando?
La fintech sueca Klarna ha emergido como uno de los probadores más ambiciosos de esta tecnología, reduciendo su fuerza laboral de aproximadamente 5,000 empleados a 3,000 a través de la implementación estratégica de IA. El asistente de IA de la compañía ahora maneja la carga de trabajo de 700 agentes de servicio al cliente, gestionando 2.3 millones de conversaciones en 35 idiomas solo en su primer mes.
El CEO Sebastian Siemiatkowski dijo a Bloomberg : «Soy de la opinión de que la IA ya puede hacer todos los trabajos que hacemos los humanos», al tiempo que reconoce los matices que esa declaración oscurece. Para mediados de 2025, Klarna comenzó a reclutar agentes de servicio al cliente humanos nuevamente. Siemiatkowski explicó que si bien el servicio al cliente de IA era más rentable, producía resultados de «menor calidad», y que es «crucial que le dejes claro a tu cliente que siempre habrá un humano si lo desea».
El ejemplo de Klarna demuestra cómo se ve la implementación de IA madura: pruebas agresivas, iteración rápida y la honestidad intelectual para ajustar el curso en función de los resultados.
Si bien Klarna demuestra el potencial de la IA en el servicio al cliente, otros sistemas de IA ahora abordan una gama mucho más amplia de tareas comerciales, desde la codificación hasta el análisis de datos.
Lo que los agentes de IA pueden hacer realmente ahora mismo
Operator de OpenAI es un agente de IA que puede interactuar con sitios web por sí solo, completando formularios, realizando compras y completando tareas como lo haría un humano. Entiende lo que aparece en la pantalla sin necesidad de API especiales, lo que le permite gestionar tareas en línea repetitivas, como hacer pedidos de comestibles o crear contenido automáticamente.
Microsoft ha integrado agentes de IA en su suite Microsoft 365 Copilot, que ayuda a los usuarios de Word, Excel y PowerPoint. Estos agentes pueden automatizar el trabajo rutinario, generar contenido, resumir reuniones y destacar acciones clave, lo que permite a los usuarios centrarse en un pensamiento más profundo.
Quizás otra opción inteligente sea Devin, de Cognition Labs . Es un ingeniero de software de IA que puede planificar tareas, escribir código, probar y depurar software, e incluso implementarlo, todo de forma autónoma. Devin se encarga de las tareas rutinarias de codificación para que los desarrolladores humanos puedan centrarse en diseñar sistemas, resolver problemas complejos e innovar creativamente.
El verdadero riesgo no es la toma de control de la IA, sino su implementación prematura
McDonald’s suspendió su sistema de autoservicio con IA tras añadir repetidamente McNuggets a los pedidos hasta alcanzar los 260. Air Canada fue condenada a pagar daños y perjuicios después de que su chatbot proporcionara información incorrecta sobre tarifas por duelo. No se trató de fallos maliciosos de la IA, sino de sistemas implementados a una velocidad superior a la que las organizaciones podían probar y gestionar adecuadamente.
El informe del MIT «The GenAI Divide: State of AI in Business 2025» muestra que aproximadamente el 95 % de los programas piloto de IA generativa no logran resultados mensurables. Los fracasos suelen deberse a una integración deficiente con los flujos de trabajo, un enfoque desalineado, una dependencia excesiva del desarrollo interno, falta de adaptabilidad y deficiencias en la gobernanza y la supervisión.
En conjunto, estos ejemplos resaltan que una implementación madura es esencial para una implementación exitosa de la IA.
El veredicto: ¿Puede la IA de Agentic construir y gestionar su empresa?
Los agentes de IA pueden ejecutar funciones críticas y optimizar las operaciones con una velocidad sin precedentes. Sin embargo, el éxito verdadero y duradero aún depende del criterio humano, la creatividad y la supervisión estratégica. Los verdaderos ganadores no serán las empresas que persigan la automatización por sí mismas, sino aquellas que dominen el arte de la colaboración entre humanos e IA: organizaciones que diseñen ecosistemas inteligentes basados en la visión, la adaptabilidad y una implementación madura. Estas son las empresas que convertirán la IA de una herramienta en una ventaja competitiva, moldeando las industrias en lugar de simplemente reaccionar a ellas.
La pregunta ya no es si la IA puede reemplazar a los humanos, sino quién liderará esta nueva era de empresa inteligente.
