En un gesto de responsabilidad y respeto hacia la figura del empresario Isak Andic, los albaceas designados en su testamento Dani López, Toni Ruiz y José Creuheras han hecho público un comunicado en el diario La Razón con motivo del que habría sido su 72º cumpleaños. El documento subraya de forma categórica que “la voluntad del empresario fundador de Mango, reflejada en su testamento, se ha cumplido de forma escrupulosa”.
Expresan que este comunicado responde a un profundo compromiso ético con la figura del empresario y su legado. “Consideramos nuestra responsabilidad, justo el día en que Isak cumpliría 72 años, manifestar nuestro sentir. No es una decisión que tomemos a la ligera, sentimos la obligación moral ante el cariz que ha tomado la situación», explican. Con estas palabras, dejan entrever su preocupación ante el tratamiento que parte de la opinión pública y algunos medios de comunicación han dado al caso, especialmente en relación con Jonathan Andic, hijo del fallecido.
El comunicado expresa con claridad el malestar de los albaceas por la forma en que un asunto estrictamente familiar y legal se ha convertido en un debate público, con consecuencias dolorosas para los allegados del empresario. “Lo hacemos desde el más profundo respeto a su memoria y con la serena, pero firme, determinación de velar por la intimidad de su familia. En los diez meses transcurridos desde su fallecimiento, hemos sido testigos de cómo el dolor de un duelo privado se ha visto agravado por un debate público que causa un mayor sufrimiento», lamentan.
Más allá de la legalidad del proceso, los albaceas hacen un llamado explícito a la prudencia y a la defensa de los derechos fundamentales, especialmente en lo que respecta a la presunción de inocencia, principio jurídico que consideran ha sido vulnerado en el tratamiento informativo del caso. “Más allá de la dimensión humana, que ya de por sí debería ser suficiente para llamar a la contención, asistimos a la peligrosa vulneración de garantías fundamentales. El derecho a la presunción de inocencia, pilar de nuestro Estado de Derecho, ha sido con frecuencia obviado«, afirman.
Este señalamiento cobra aún más relevancia a la luz del contexto judicial. Tal como recuerdan los firmantes, “las diligencias respecto al accidente son secretas y, procesalmente, en este momento la causa no se ha dirigido ni se dirige contra ninguna persona concreta”. Y advierten sobre los efectos nocivos de los juicios paralelos: “Así se contribuye a crear una condena paralela que causa un daño irreparable a la dignidad de una persona, mucho antes de que la justicia se haya pronunciado. En cualquier caso defendemos la inocencia de Jonathan y su única condición de víctima”.
En su declaración, los albaceas no evitan referirse a los rumores que han circulado en torno a la figura de Jonathan Andic, tanto en relación con su papel profesional como con su vínculo personal con su padre. En este sentido, ofrecen un testimonio contundente y directo: “Entendemos y respetamos el interés informativo siempre que se ejerza desde la veracidad y el respeto a los derechos fundamentales. Pero la difusión de rumores y especulaciones sobre su hijo, Jonathan Andic, que abarcan desde su capacidad profesional hasta la relación más íntima con su padre, dibuja un retrato que se aleja de la realidad. Isak y Jonathan se querían. Se querían mucho. Y Jonathan admiraba y admira a Isak».
El tono del comunicado es sobrio, pero claramente dolido, señalando que la familia ha debido enfrentarse no solo a la pérdida repentina de una figura clave en sus vidas, sino también a una presión mediática que consideran injusta e inmerecida. “Esta situación somete a la familia a una presión añadida que resulta difícil de sobrellevar mientras atraviesan el duelo por la pérdida de su padre. Es un panorama tan cruel desde el punto de vista humano que requiere de la máxima consideración», denuncian.
Los albaceas manifiestan su confianza en las instituciones del Estado y en el trabajo de los profesionales que actúan desde la responsabilidad. “Confiamos en la rigurosidad de la justicia, de los cuerpos de seguridad del Estado y de los medios”, declaran, al tiempo que subrayan la necesidad de que “estos valores se impongan y que el respeto por las personas prevalezca sobre los juicios paralelos”.
Este pronunciamiento, además de un ejercicio de transparencia, se presenta como una apelación a la ética pública, en la que se solicita respeto por la intimidad, por la memoria del fallecido y por los principios fundamentales del derecho.
