Opinión Salvador Sostres

Nuba, convertido en uno de los mejores restaurante de la zona alta de Barcelona

José Vega en Nuba cocina fácil y bien, sin complicarse. Un restaurante amable, cómodo, confortable no es tan fácil de encontrar en Barcelona. Aprecio mucho a estos cocineros jóvenes, muy capacitados, pero que tienen la humildad de cocinar para el bienestar del cliente y no para su lucimiento. Este chico podría hacer una cocina más complicada y sin embargo prefiere complacernos. Se nota que ha sido bien educado por unos padres serios, responsables. Es algo que puede parecer menor pero no lo es. Es algo de lo que manifiestamente nos beneficiamos las personas de buena voluntad y yo no quiero desaprovechar la oportunidad de agradecérselo.

Y todo esto en Nuba, qué cosas tiene la vida a veces. Quién iba a decirme que acabaría escribiendo un artículo sobre lo bien que he comido y lo gusto que he estado en un local que, por lo menos yo, tenía conceptuado como una discoteca. Hay días en los que todo te pilla por sorpresa y son días muy agradables. Que a mis 50 años y al lado de mi casa algo pueda sorprenderme me recuerda lo mucho que me gusta escribir.

Yo Nuba lo conocía por fuera y por las quejas del Padre Carlos, cuando aún estaba, porque los borrachos se arrastraban hasta San Gregorio. Para mí era una vecindad curiosa, peculiar, nada molesta, me divertía ver entrar y salir a jóvenes apuestos y coquetos, con su estética de cazadores nocturnos, que tanta gracias en los demás hace gracia hasta que la empiezas a intuir en tu hija. Por lo demás, había estado dos veces en el local, con recuerdos demasiado imprecisos para explicarlos.

Ahora Nuba es un restaurante que a mediodía ofrece la cocina tan agradable de José Vega, una terraza interior de difícil superación en Barcelona, y ya no digamos en la zona alta; luego por la tarde se puede estar y tomar copas y la cena es de 10: a 24:00 y luego se sirven copas hasta las 2:00 y las vísperas de festivo y viernes y sábado hasta las 3:00. Nuba ya no es una discoteca sino un restaurante que a medida que avanza la noche baja la luz, sube la música y acaba siendo un bar musical. Las cenas yo poco puedo decir porque en general evito salir a cenar. Pero gracias a su nuevo enfoque, Nuba ha quedado como el restaurante más bonito y agradable de la zona noble de mi ciudad, y a unos precios perfectamente pagables, 50-60 euros.

La noche del domingo es especialmente movida, por la música, el ambiente, y algunos personajes ilustres que suelen acudir. Carlos Alcaraz celebró su primer Godó en Nuba, Lamine Yamal va sin tener nada que celebrar -de momento- y lleva a algunos de sus compañeros. No sólo el domingo, pero especialmente el domingo, cuando el calendario de partidos lo permite. Pero más allá de las celebridades, que vienen y se van, y en nuestra era especialmente rápido, la buena noticia es que un espacio tan privilegiado haya sido recuperado para la vida cotidiana de la zona alta de la ciudad.