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El bitcoin supera los 125.000 dólares: la convergencia de la confianza, el capital y el código

Bitcoin se ha convertido en un referente para la economía digital.

Bitcoin alcanza un máximo histórico (ATH). (Foto: Ozan Kose/AFP vía Getty Images)

Recuerdo la primera vez que el bitcoin superó los cinco dígitos. Aquel momento supuso una sacudida cultural, una señal de que la tecnología podía redefinir el dinero. Vi los titulares aparecer en las pantallas con incredulidad. Ahora, años después, el bitcoin ha superado los 125.000 dólares. No es solo otro hito en cuanto al precio. Se percibe como una transformación.

Esta vez, el tono es diferente.

El aumento no está impulsado por la especulación minorista ni por el bombo publicitario generado por los memes. Está impulsado por la confianza institucional, las fuerzas macroeconómicas y un mundo que poco a poco se da cuenta de que el valor descentralizado ya no es una rebelión. Es una evolución.

El récord de bitcoin redefine el significado de la confianza

El 5 de octubre de 2025, Bitcoin alcanzó los 125.689 dólares en la sesión bursátil asiática, superando su máximo anterior del verano. Con ello, su capitalización bursátil ascendió a aproximadamente 2,5 billones de dólares, superando a Amazon y convirtiéndose en el séptimo activo más valioso del planeta.

Este simple hecho dice más que cualquier gráfico.

Por primera vez en la historia, un protocolo descentralizado construido a partir de código, y no una empresa construida a partir de cadenas de suministro, se sitúa a la altura de empresas valoradas en billones de dólares. Esto demuestra que la confianza ha encontrado una nueva forma. Ya no reside únicamente en las instituciones o los gobiernos. Puede vivir en sistemas abiertos que cualquiera puede verificar.

Un estratega de cartera con el que hablé lo expresó muy bien: «No se trata de un repunte minorista. Es un reposicionamiento institucional».

Esa observación captura la diferencia entre 2021 y ahora. El bitcoin ya no es la frontera especulativa. Es un activo estructural que se está integrando en la combinación de carteras globales.

Los ETF de bitcoin se convierten en la nueva autopista para el dinero institucional

El mayor cambio en este repunte es cómo fluye el dinero. Los ETF de bitcoin al contado se han convertido en la nueva autopista del capital institucional. Solo en la última semana, según Yahoo Finance, han entrado más de 3.000 millones de dólares a través de estos fondos, y algunos días se han añadido cientos de millones en una sola sesión.

Estos productos eliminan las fricciones que antes mantenían a raya a los inversores convencionales. Permiten a los fondos de pensiones, las dotaciones y las oficinas familiares conservadoras mantener una exposición al bitcoin sin tener que manejar carteras o claves privadas. Una vez que se abrió esa puerta, se produjo una avalancha de capital.

Este cambio significa que la demanda de Bitcoin es ahora estructural y no especulativa. Los ETF representan un posicionamiento a largo plazo, no una operación a corto plazo. Se trata de una compra constante y disciplinada, y muestra lo profundamente que las finanzas tradicionales se han fusionado con el mundo de los activos digitales.

El auge de Bitcoin refleja un mundo en busca de estabilidad

El momento en que se ha producido esta ruptura no es casual. En todo el mundo, los inversores buscan refugio frente a la incertidumbre. Estados Unidos se enfrenta a la amenaza recurrente de cierres gubernamentales y tensiones fiscales, mientras que el dólar se ha debilitado frente a otras monedas importantes. En Japón, los cambios políticos y la depreciación del yen han sacudido los mercados mundiales.

Cada vez que la confianza en los sistemas fiduciarios se tambalea, el capital busca una cobertura. El oro ha subido ligeramente, pero el bitcoin se ha convertido en la alternativa moderna, un «oro digital» para la era algorítmica. La idea de que un activo digital de suministro fijo puede servir de protección contra la inestabilidad monetaria ya no es marginal. Se está convirtiendo en algo convencional.

Los inversores están empezando a ver el bitcoin no como un outsider (extraño), sino como una cobertura macroeconómica creíble. Es un reconocimiento de que el ámbito digital ahora da forma a la estabilidad del mundo real.

La capitalización de mercado del bitcoin ahora tiene significado

Superar a Amazon en valor no es solo simbólico. Representa un cambio en la forma en que el mundo mide el valor. La valoración de Amazon se basa en productos físicos, redes logísticas y centros de datos. La de Bitcoin se basa en la creencia colectiva, la confianza criptográfica y la escasez matemática.

Esa comparación nos obliga a enfrentarnos a una nueva pregunta: ¿Puede el consenso digital competir ahora con la escala corporativa? La respuesta, a partir de este mes, parece ser sí. Bitcoin ha demostrado que los sistemas descentralizados pueden mantener la confianza global, incluso sin un director ejecutivo, un balance o un consejo de administración.

Es sorprendente pensar que un protocolo regido por un código se sitúe ahora al lado de las mayores corporaciones de la historia. No es una empresa, pero inspira una confianza similar a la de una empresa. Ese puede ser el cambio más profundo de todos.

El repunte del bitcoin es global y sincronizado

El repunte no se limita a una sola región. En Estados Unidos, las entradas de ETF acaparan los titulares, pero Asia está desempeñando un papel igualmente importante. Las mesas institucionales de Singapur, Japón y Corea del Sur están realizando asignaciones directamente a través de custodios y bolsas locales. En Oriente Medio, los fondos soberanos están explorando las finanzas tokenizadas como parte de sus estrategias de diversificación a largo plazo.

Europa también se está moviendo, con marcos regulatorios más claros que finalmente animan a los inversores y fondos de alto patrimonio a entrar en el mercado. A diferencia de las anteriores subidas, que fueron estallidos de entusiasmo localizados, esta está sincronizada en todos los continentes.

La convicción es global.

La base del bitcoin se fortalece gracias a la tecnología

Bajo la superficie, la tecnología y la infraestructura de mercado del bitcoin han madurado de forma espectacular. Los datos de Onchain muestran que las reservas de las bolsas centralizadas han caído a mínimos de varios años, lo que reduce la oferta disponible incluso cuando la demanda se dispara. Los mercados de futuros y derivados se están expandiendo, absorbiendo capital de forma más eficiente y reduciendo la volatilidad salvaje.

Las soluciones de escalado de capa dos, los estándares de custodia y las herramientas de cumplimiento normativo han mejorado. Los sistemas que soportan bitcoin son más sólidos, rápidos y seguros que nunca. Todo el ecosistema ha pasado de la experimentación a la fiabilidad, lo que genera una mayor confianza institucional.

El viaje de bitcoin aún requiere vigilancia

Nada de esto significa que el viaje vaya a ser fácil. Los mercados que suben tan rápido suelen retroceder antes de encontrar el equilibrio. La claridad normativa, especialmente en torno a las monedas estables y los intercambios descentralizados, sigue siendo una tarea en curso. Las perturbaciones macroeconómicas, desde las medidas de los bancos centrales hasta los acontecimientos geopolíticos, aún pueden provocar correcciones a corto plazo.

Pero incluso esos riesgos son signos de madurez. Demuestran que bitcoin ahora reacciona a las mismas fuerzas globales que dan forma a otras clases de activos. Se ha convertido en parte de la conversación financiera en lugar de un espectáculo especulativo secundario.

Bitcoin como pilar de la confianza digital

Lo que hace que este momento sea especial es que no se trata solo de ganancias financieras. Se trata de lo que bitcoin representa en la evolución más amplia de la tecnología y la confianza.

En un mundo en el que la IA está transformando la forma en que procesamos los datos, la tecnología blockchain está redefiniendo la forma en que almacenamos y transferimos valor. Juntas están formando la próxima arquitectura de la economía digital. La IA está automatizando la inteligencia. La tecnología blockchain está afianzando la verdad.

En esencia, el bitcoin no es solo dinero. Es la prueba de que se puede lograr la confianza global sin intermediarios. Es un recordatorio de que el código abierto, y no el control cerrado, puede mantener su valor a gran escala.

El bitcoin marca una nueva era de confianza

Superar los 125.000 dólares es más que un récord. Es una señal de que la confianza ha cambiado. Hace diez años, el bitcoin vivía al límite de la legitimidad. Hoy en día, camina junto a los gigantes.

Su trayectoria desde un libro blanco hasta convertirse en un activo de varios billones de dólares refleja una historia más amplia: la historia de cómo la tecnología redefine la confianza humana. A medida que el mundo continúa digitalizándose, los sistemas en los que confiamos para el valor y la verificación seguirán el mismo camino.

El nuevo máximo de bitcoin no es el final de ese viaje. Es simplemente un nuevo capítulo. Y en este capítulo, la confianza no la emite un gobierno ni la acuña un banco central. Se está escribiendo en código.

El mundo acaba de revalorizar la confianza. Y, por primera vez, esa confianza está descentralizada.

¿Qué pasará ahora con el bitcoin?

La siguiente pregunta no es hasta dónde puede llegar el bitcoin, sino cómo se mantendrá. Mantener este nivel dependerá de la durabilidad de las entradas institucionales, la evolución de las estructuras de los ETF y la expansión de los activos tokenizados que vinculan la cadena de bloques con las finanzas del mundo real.

En el próximo año, habrá que estar atentos al papel cada vez más importante que desempeñará el bitcoin en la gestión de tesorería, la adopción soberana y la infraestructura de pagos transfronterizos. A medida que los bancos centrales exploran las monedas digitales, la neutralidad y la transparencia del bitcoin pueden resultar aún más atractivas.

La historia más amplia aquí no es solo la apreciación del precio, sino la transformación. Bitcoin se ha convertido en un referente para la economía digital, un experimento vivo sobre cómo convergen la tecnología y la confianza. Ya sea que suba o se corrija, su influencia seguirá creciendo.

Porque, por primera vez en la historia financiera, la confianza misma se ha codificado en bitcoin.

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