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Indra, Kentkart y Cubic lideran la carrera por el contrato de 40 millones del sistema de pago digital de Madrid

En juego está no solo un contrato, sino el prestigio de ser pionero en una de las transformaciones digitales más relevantes de la movilidad europea.

Madrid se prepara para dar un salto histórico en su red de transporte público. El Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) ha lanzado el concurso más ambicioso de la última década: la implantación de un sistema de pago basado en cuenta (Account-Based Ticketing, ABT) que transformará la experiencia de movilidad urbana.
El contrato, valorado en 40 millones de euros, no solo marcará el fin de la tarjeta física, sino que convertirá a la capital española en referente europeo en digitalización del transporte. La revolución de la movilidad empieza por Madrid.

Adiós al billete, hola a la cuenta en la nube

El sistema ABT propone una ruptura radical con el modelo actual. En lugar de depender de una tarjeta o abono físico, el usuario podrá acceder al transporte con su tarjeta bancaria, móvil o código QR, mientras la información de saldo y tarifas se gestionará en la nube.
En palabras de un directivo del sector: “el usuario deja de preocuparse por el soporte físico; todo se mueve al entorno digital, seguro y flexible”.
El nuevo modelo permitirá políticas tarifarias dinámicas, donde el precio del viaje podrá ajustarse automáticamente según el uso, los horarios o el perfil del viajero. Una ventaja que promete hacer el transporte público más justo, eficiente y conectado.

El concurso ha despertado un interés inusual entre multinacionales del sector. En la lista de aspirantes figuran nombres de peso como Indra, la turca Kentkart o la estadounidense Cubic, junto con otros actores globales como Thales, NTT Data, Init o Masabi.
Todas compiten por un proyecto que, más allá del presupuesto, representa una vitrina estratégica: quien domine Madrid tendrá una carta de presentación privilegiada para futuras licitaciones en Europa, donde el modelo ABT empieza a imponerse.

Barreras de entrada: solo para los más preparados

El CRTM ha impuesto una fase de precalificación muy exigente. Las empresas deberán demostrar que ya han desplegado al menos tres sistemas ABT de escala metropolitana con más de un millón de validaciones mensuales y presencia multimodal (autobuses, metro y tren), además de ser multi-token, es decir, compatibles con múltiples medios de pago.
Solo las tres mejores propuestas pasarán a la fase final, donde se evaluará la solución técnica y la experiencia de usuario. En juego está no solo un contrato, sino el prestigio de ser pionero en una de las transformaciones digitales más relevantes de la movilidad europea.

Madrid: movilidad inteligente

El proyecto ABT de Madrid trasciende las fronteras de la capital. Su éxito podría convertirse en modelo replicable para otras autoridades metropolitanas en Europa y América Latina. La ciudad aspira a consolidarse como laboratorio urbano de innovación en movilidad, una etiqueta que combina tecnología, sostenibilidad y experiencia de usuario. En un contexto donde las grandes urbes buscan integrar servicios de transporte público, bicicletas, patinetes y taxis bajo una misma aplicación, Madrid podría situarse a la vanguardia de la movilidad como servicio (MaaS: Mobility as a Service).

El desenlace de esta licitación no solo determinará quién proveerá la tecnología, sino quién liderará la nueva economía de la movilidad conectada. En palabras de un analista del sector: “El que gane Madrid, gana Europa”. El futuro del transporte ya no está en las vías, sino en los datos.

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