Es oficial, aquella actriz conocida por haber encandilado a una larga lista de los actores más deseados -Orlando Bloon (Los piratas del Caribe), Aaron Taylor-Johnson (Anna Karenina), James McAvoy (Expiación) o Ralph Fiennes(La duquesa)-, ha dejado completamente atrás sus papeles dramáticos y enamoradizos para encaminarse en otro capítulo cinematográfico menos idílico. Hace muchos años que Keira Knightley (Teddington, Reino Unido, 40 años) ya no corre por prados en busca de su Darsy o a la espera en acantilados de la Perla Negra. Ahora, se encuentra en pleno “momento thriller”, y no ha dudado en volver a sumergirse en una historia que nos tendrá a todos mordiéndonos las uñas.
Tras enfrentarse al gobierno británico en Secretos de Estado (2019), perseguir a un asesino en serie en El estrangulador de Boston (2023) y dar vida a la enigmática Helen Webb en Palomas negras (2024), la intérprete londinense -doblemente nominada al Óscar- regresa con La mujer del camarote 10, la nueva y trepidante adaptación de Simon Stone para Netflix basada en el bestseller homónimo de Ruth Ware (2016).
Ambientada en un lujoso superyate lleno de secretos, la película sigue a Laura “Lo” Blacklock, una periodista a la que envían a cubrir un reportaje sobre un selecto grupo de multimillonarios. Todo cambia cuando, en plena noche y con el mar como único testigo, se escucha un estruendo en el camarote contiguo y cree ver cómo alguien es arrojado por la borda. Sus anfitriones -interpretados por Guy Pearce, Hannah Waddingham, Daniel Ings y Kaya Scodelario– insisten en que todo fue una ilusión, pero la sospecha y la tensión crecen a medida que la protagonista intenta descubrir la verdad. Esta historia que sigue la tradición de clásicos como Hércules Poirot y Se ha escrito un crimen se estrenará el próximo 10 de octubre en Netflix.
Pero sus proyectos más presentes no acaban aquí. También está en proceso de rodar la segunda temporada de Palomas negras, al igual que la secuela de Quiero ser como Beckham y su nuevo libro infantil inspirado en la vida con sus dos hijas.
Con estos nuevos proyectos y géneros, Knightley confirma que la segunda vida de su carrera artística está siendo todo un éxito, y en ella no solo cabe el amor o el drama, sino también el suspense, el thriller, la comedia y hasta la literatura.
El cofre del tesoro de Knightley
El contrato que Keira Knightley firmó con Chanel en 2006 le reportó alrededor de un millón de dólares anuales, marcando el inicio de una etapa de grandes ingresos. En 2008, coincidiendo con el éxito de Piratas del Caribe y Expiación, la actriz británica alcanzó ganancias de 32 millones de dólares. Aunque no se conocen las cifras exactas que percibe por cada película, Daily Mail aseguró que recibió 3 millones de libras por un breve cameo en Piratas del Caribe: La venganza de Salazar, por lo que si tarifa debe de estar a una buena altura.
Asimismo, su colaboración con Netflix también habría elevado notablemente sus honorarios: si actrices como Winona Ryder cobraron 450.000 dólares por episodio en Stranger Things, no sería extraño que Knightley se sitúe en un rango similar. Además, en 2017 vendió un lujoso apartamento en Nueva York por 6 millones de dólares y adquirió una casa en Londres valorada en 6,5 millones. Según Celebrity Net Worth, su patrimonio actual ronda los 80 millones de dólares, una fortuna consolidada gracias a sus papeles icónicos en cine y sus lucrativos contratos publicitarios, especialmente con Chanel.